Miles de empleados municipales marcharon el jueves por las calles de Atenas como parte de una huelga que ha entorpecido la recolección de basura en las principales ciudades del país.
Las autoridades calcularon que unas 5 mil personas participaron en la manifestación. Hubo algunas escaramuzas con la policía, que usó gas lacrimógeno para evitar que la marcha llegue a la sede del parlamento. No se reportaron arrestos, pero dos manifestantes sufrieron problemas respiratorios por gas lacrimógeno.
Poco antes, un grupo de manifestantes arrojó basura frente al edificio del Ministerio del Interior.
Los sindicatos exigen que el gobierno otorgue empleo permanente y a tiempo completo a los trabajadores municipales, que actualmente tienen contratos a corto plazo a punto de expirar.
Un tribunal declaró inconstitucional el intento del gobierno de prorrogar los contratos de los recolectores de basura, y el gobierno está tratando de hallar una solución alternativa.
Los sindicatos llevan días bloqueando la recolección de basura en el país, y las autoridades municipales de Atenas y otras ciudades le han pedido a la ciudadanía quedarse con sus desechos en casa.
Grecia está obligada a reducir drásticamente su gasto público y las contrataciones en el sector estatal los últimos siete años, como condición para recibir un paquete de asistencia financiera internacional.