En esta obra de Esquilo Las Danaides, hijas de Dánao, huyen de los hijos de Egipto hacia Argos, su antigua patria, en busqueda de la protección de la ciuda

Las siete tragedias

Esquilo

Editorial Porrúa

México, 1963

Es la primera parte de una trilogía escrita en 463 a.C. Los estudiosos de la obra de Esquilo (525-456 a.C.) piensan que las otras dos partes eran Los egipcios y Las Danaides. También incluía el drama satírico Amimeo.

En esta obra Las Danaides, hijas de Dánao, huyen de los hijos de Egipto hacia Argos, su antigua patria, en busqueda de la protección de la ciudad.

Los egipcios, que son sus primos, quieren obligarlas a casarse, pero ellas están dispuestas a morir antes de que esto ocurra. En la ciudad se hacen suplicantes de Zeus y refugian en su altar. Invocan también la protección de Helio, de Apolo y de Poseidón.

Las Danaides, que son cincuenta, cuentan a Pelasgo, rey de Argos, su genealogía: Ío, que era de Argos, fue transformada en vaca. Llega errante a la región del delta del Nilo y allí con Zeus engendra a Épafo. Éste, a su vez, fue padre de Libia y ésta fue madre de Belo.

Dánao y Egipto fueron hijos de este último. Dánao tuvo 50 hijas, que son ellas, y Egipto, 50 hijos. Pelasgo considera su petición de asilo y protección. Él y sus consejos tienen que valorar la posibilidad de entrar en guerra con Egipto.

El rey consulta con el pueblo que decide, pese a la posibilidad de la guerra, protegerlas. Un barco egipcio atraca en la ciudad. El heraldo increpa a Las Danaides y al rey, argumentando su derecho de llevárselas a su país.

A nombre de los egipcios, el heraldo amenaza con la guerra si el rey no les entrega a las mujeres. Pelasgo se niega, acoge a las suplicantes, que es un deber para con los dioses y un deber para con sus ciudadanos que así lo han acordado.

Dos son los grandes temas de esta tragedia. De un lado la disyuntiva a la que se enfrenta el rey Pelasgo. Cualquier decisión que tome supone un drama. Si decide dar asilo a Las Danaides es posible la guerra. Y si no lo da y las entrega a sus perseguidores, los dioses se van a molestar porque rompe la regla de la hospitalidad.

Y de otro lado está el derecho que tienen las mujeres de tomar sus propias decisiones, disponer de su cuerpo, de su propia sexualidad y no ser objeto de la violencia masculina. El rey se sujeta a las reglas de la democracia y consulta a la ciudad sobre la decisión que debe tomar.

En una de las partes no conservadas de la trilogía, Las Danaides se casan con los egipcios y en la noche de bodas los matan. Hipermestra, una de ellas, no sigue el consejo materno y deja vivo a su esposo. De su decendencia nacerá Heracles que al fin libera a Prometeo.

@RubenAguilar