De Sábato: “Le expliqué que el mundo es una sinfonía, pero que Dios toca de oído”. Camelot
POR DONDE EMPEZAR
¿Qué hablar, de qué escribir cuando no se quieren seguir tocando temas de la violencia? ¿Por dónde empezar? Cuando la hoja en blanco no te lleva a ningún sitio. Dicen los grandes escritores, que hay mañanas, cuando no se tienen las ideas bien ubicadas, que al prender la computadora (Ordenador, en España) el papel en blanco o la pantalla se ve horripilante. Y comienza uno a husmear entre los portales y las noticias. O se puede echar a volar la imaginación o escribir de cualquier tema. Menos de la violencia, que se ha ensañado en Veracruz. Un cuento de Borges, por ejemplo, o mirar y analizar que por fin a las aerolíneas la Profeco, que es como el Orfis, que no sirve para nada, las ha sancionado porque estos canijos hace rato que cobran por llevar una maleta, como si pensaran que uno va de viaje de mochilero, solo con los calzones puestos y el cepillo de dientes. Pasaron por las armas, es decir, les multaron, a Interjet de Alemán y Montano, Volaris, Aeroméxico, Viva Aerobús y una cosa llamada Jet Blue Airways. Es muy cierto que la aviación hay que hacerla redituable, que sea muy segura y que los aviones tengan mantenimiento eficiente, que ganen dinero, pues. Hace tiempo publiqué que en los vuelos cortos, ese de México a Veracruz y viceversa, debían dejar de dar los cacahuatitos y las galletitas y los chescos, solo es un gasto inútil, la compañía podía ahorrarse millones al año. Apenas despegan y ya vas aterrizando, gasto inútil. Otros, como Viva Aerobús, ya los cobran, como la tienda de la esquina, eso sí lleven suelto y morralla porque no dan cambio. Las compañías se han vuelto exigentes, las maletas son su vida, cuidado con que te pases un kilo porque hacen que ahí mismo la abras y saques tus chones o lo que lleves, para que no excedas los 24 o 25 kilos que aceptan. De mochilero, pues. Los van a multar también, y en eso hay que tener cuidado, si llegan tarde por el pasaje, exceptuando los tiempos malos y los aeropuertos cerrados y los imprevistos, ahí hay que tener cuidado, no sea que los dueños les digan a los pilotos, si llegas tarde te descuento de tu día, y vayan a ejecutar aquella practica de los antiguos choferes de camiones Flecha Roja, cuyo lema era: primero muerto que llegar tarde. Y muchas veces no llegaban.
MUSICO ORIZABEÑO EN NOTRE DAME
Cuando ando de rol por el mundo, toco el tema de los músicos urbanos, son excepcionales, lo mismo en Nueva York que en el Metro de cualquier lugar: París, Londres, Madrid, Chacaltianguis no, no tiene, en todos los metros, en los pasillos los músicos urbanos se ganan la vida con su arte, y lo hacen a cambio de las monedas que de propinas les dan, solo aguzando el oído, porque hay veces que ni los vemos, solo los oímos, como Salinas a los perredistas. Joshua Bell, el mejor violinista del mundo, con un Stradivarius de 40 millones de pesos, hizo una vez una prueba ordenado por el diario The Washington Post, para en un experimento saber y ver si las personas se detenían ante tanta belleza auditiva. Joshua, con una gorra de quinceañero tocaba como lo hacía en las mejores salas del mundo. En los tres cuartos de hora que el músico tocó solo siete personas se detuvieron y otras veinte dieron dinero, sin interrumpir su camino. El violinista recaudó 32 dólares. Cuando terminó de tocar y se hizo silencio, nadie pareció advertirlo. No hubo aplausos ni reconocimientos. Toco el tema porque circula en los WhatsApp, las redes sociales chayoteras, o sea, las orizabeñas y las mundiales, circula un video de un chavo orizabeño tocando en Notre Dame, la afamada Catedral de París, allí mismo donde se suicidó la mexicana, Antonieta Rivas Mercado (1931), hija del afamado arquitecto que construyó El Angel de la Independencia, por un amor a José Vasconcelos, dijeron. Esa Catedral -donde también un día llegó como leyenda Quasimodo, el Jorobado de Notre Dame, de la inventiva de Víctor Hugo, en Nuestra Señora de París-, es sitio obligado de visitar de los turistas, cerquita de allí está la gran librería Shakespeare and Company, que el amigo Rico de apellido y quien esto escribe, nos metimos a verla embobados, la hizo más famosa Woody Allen en la película parisina, Medianoche en París, que lanzó al mundo y todos vimos absortos esa belleza que cautivó hasta al mismo Adolf Hitler. Cuando llegó en aquel París ocupado quiso que lo llevaran al Trocadero, donde mejor se ve la Torre Eiffel, luego quiso subir a ella, cuentan los historiadores que la Resistencia Francesa, que comandaba el gran Charles de Gaulle, le apagaron la luz y los elevadores dejaron de funcionar, subir por las escaleras es de infartarse. Es famosa la foto de Hitler con su gran arquitecto, Albert Speer. Bueno, a lo mío, el músico orizabeño que toca afuera de Notre Dame, se llama Emilio Peláez. Toca también un violín, como Joshua Bell, y al piso el carcaj del instrumento, donde le deben lanzar euros o lo que puedan. Vestido en negro, con tenis blancos y un sombrero a la Sinatra, exhibe su Cd, por si lo quieren comprar. Bien por él. Orgullo orizabeño de músico urbano en París, que bien vale una misa.
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