El presidente Donald Trump dijo que la paciencia de su gobierno con la conducta de Corea del Norte llegó a su límite y advirtió que Estados Unidos responderá a cualquier acción por parte de Pyonyang que atente contra el delicado balance existente en la península coreana.
“La era de la paciencia estratégica con el régimen norcoreano ha fracasado. Muchos años y ha fracasado. Francamente, esa paciencia se ha terminado”, dijo aquí el mandatario en una aparición conjunta en la Casa Blanca con su homólogo de Corea del Sur, Moon Jae-In.
Indicó que su gobierno trabaja de manera estrecha con Corea del Sur y Japón y otros socios a través del mundo en torno a una serie de medidas diplomáticas, de seguridad y económicas para proteger a sus aliados en la región de la amenaza que -dijo- representa el régimen norcoreano.
Hizo un llamado a otras potencias a sumarse a su gobierno para aplicar sanciones y forzar así al régimen norcoreano a elegir un nuevo camino, sin mencionar a China, con quien su gobierno buscó trabajar en esta dirección sin éxito alguno.
“Nuestra meta es la paz, estabilidad y prosperidad para la región. Pero Estados Unidos se defenderá, siempre se defenderá, siempre, y siempre defenderemos a nuestros aliados”, aseveró.
El punto de Corea del Norte dominó la agenda discutida entre el mandatario y Moon, que incluyó también temas de comercio, donde la administración Trump busca renegociar un nuevo acuerdo comercial.
Trump dijo que su gobierno trabaja también con Seúl para asegurar que la carga económica que significa la presencia de tropas estadunidenses en Corea del Sur sea distribuida de una manera más equitativa.
“El reparto de la carga es un factor muy importante, un factor cada vez más frecuente, ciertamente en esta administración”, anotó.
Trump ha criticado lo que considera una desigual distribución de la carga económica donde Estados Unidos mantiene tropas estacionadas para propósito de defensa de aliados, y ha insistido que estos países, y aún alianzas como la OTAN deben de pagar más por la protección estadunidense.
De igual manera, dijo que su gobierno busca trabajar con Corea del Sur para crear una relación económica justa y recíproca a partir de la desigualdad que significa el déficit comercial que mantiene con la mayoría de sus socios comerciales, incluyendo Seúl.
Durante una reunión previa con sus respectivos equipos, el secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, aseguró que el desequilibrio comercial con Corea del Sur se ha duplicado desde que se puso en vigor el tratado KORUS entre ambos países en 2011.
Ross explicó el tratado ha sido desigual para Estados Unidos debido a los límites que Corea del Sur impone al ingreso de vehículos fabricados en Estados Unidos, así como el ingreso de productos fabricados con acero producido en China.
“De manera que hay muchos problemas muy específicos, y creo que la forma de abordarlo es producto por producto sobre lo que podemos cambiar en el lado de las exportaciones, y ver qué podemos hacer para reducir el lado malo de las importaciones”, detalló el funcionario.