Lugar:
Fuente:
EFE

Al menos dos personas murieron, 104 resultaron heridas y decenas de construcciones quedaron destruidas por un fuerte sismo de 6.5 grados Richter que sacudió hoy la central provincia filipina de Leyte.

El Instituto de Vulcanología y Sismología de Filipinas (PHIVOLCS) informó que el temblor se produjo a las 16:03 horas locales y que su epicentro se ubicó a ocho kilómetros al sur oeste de la localidad de Jaro, en Leyte, a una profundidad de dos kilómetros, sin riesgo de tsunami.

El movimiento telúrico tuvo lugar a 3.2 kilómetros al noreste de Masarayao y a 12.3 kilómetros al noreste de Ormoc, ambas en la provincia de Leyte, señaló el Servicio Geológico de Estados Unidos, que mide la actividad sísmica en el mundo.

El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) ubicó el epicentro a 3.2 kilómetros al noreste de Masarayao, en la provincia de Leyte, a 12.3 kilómetros al noreste de la ciudad de Ormoc.

La oficina de Defensa Civil en la región número ocho, zona golpeada por el sismo, confirmó la muerte de dos personas en Ormoc, entre ellas una joven madre, cuya vivienda quedó destruida, según un reporte de la cadena de noticias ABS-CBN.

El alcalde de Ormoc, Richard Gomez, explicó en declaraciones posteriores a la prensa que la víctima, una mujer de 18 años de edad quedó enterrada, junto con su bebé de cinco meses, bajo los restos de su casa por un deslizamiento de tierra, ocurrido después del terremoto.

“El niño de cinco meses fue rescatado vivo de los brazos de su fallecida madre”, indicó el funcionario a varios periodistas al dar su primera balance sobre los daños del fuerte sismo, que se sintó también en las ciudades de Tacloban y Palo, en Leyte y otras de la vecina provincia de Cebú.

Gomez precisó que al menos 104 personas de varios municipios cercanos a Ormoc fueron hospitalizadas para recibir tratamiento por las heridas sufridas, la mayoría por fracturas, producidas por el derrumbe de decenas de construcciones.

“Las autopistas en la ciudad de Ormoc mostraron grietas, tras el terremoto pero están todavía pasables”, destacó el alcalde y agregó que muchas partes de la ciudad quedaron sin luz, debido a los daños en varios generadores de energía eléctrica.

El Instituto de Vulcanología y Sismología de Filipinas (PHIVOLCS) advirtió a la población sobre la posibilidad de que se registren fuertes réplicas, debido a la intensidad del terremoto, sin embargo subrayó que a pesar de ello, “no existe ninguna amenaza de tsunami”.

El 11 de febrero pasado, ocho personas perdieron la vida y 200 más resultaron heridas por un temblor de 6.7 grados que sacudió la meridional región filipina de Mindanao.

El archipiélago de Filipinas se ubica en el llamado “Anillo de Fuego del Pacifico”, un área de gran actividad sísmica y volcánica, es afectadas por unos siete mil temblores al año, la mayoría de intensidad moderada.