Lugar:
Fuente:
Notimex

La oposición venezolana llamó a votar, el próximo domingo, en una consulta al margen del sistema electoral formal que se propone recoger el rechazo a la Asamblea Constituyente convocada por el presidente Nicolás Maduro para “perfeccionar” la Carta Magna.

La consulta, que se ha llamado plebiscito, se realizará el domingo entre las 07:00 y 16:00 hora local en centros ubicados en los alrededores de las iglesias, centros empresariales y culturales.

Se realizará contra la voluntad del Consejo Nacional Electoral (CNE), que está ocupado organizando la elección de 545 miembros de la Constituyente de Maduro, que se realizará el 30 de julio y en la que no participa la oposición.

La oposición planteó el plebiscito como un acto de desobediencia y rebeldía contra el CNE y el gobierno, ante la negativa de realizar el año pasado un referéndum sobre el mandato de Maduro y las elecciones de gobernadores.

Según sondeos previos, a la consulta podrían asistir entre ocho y 10 millones de electores, de un padrón electoral que supera los 19 millones. Sin embargo, la consulta estará plagada de presiones y temores, en medio de las protestas contra el gobierno, que en más de 100 días han dejado 94 muertos.

La última prueba electoral formal en Venezuela fue el 6 de diciembre de 2015, cuando la oposición logró un contundente triunfo en las legislativas, que dio como resultado la actual Asamblea Nacional (Congreso), dominada por la oposición.

Con el plebiscito, la oposición saca la carta de una posible masiva movilización en las calles. Los venezolanos mayores de 18 años podrán votar, con papeletas y firmas en libros que luego serán destruidos para evitar presiones.

Los electores responderán a tres preguntas sobre si «rechazan y desconocen» la Constituyente de Maduro, si «demandan a la Fuerza Armada obedecer y defender la Constitución» y si «aprueban» la renovación de los poderes públicos y la formación de un gobierno de unidad nacional.

No será posible evitar que los electores voten más de una vez, por lo que se espera una auditoria posterior para dar cifras definitivas.

Los venezolanos podrán responder con un “sí” o un “no”. Las preguntas fueron aprobadas por la Asamblea, que deberá debatir luego sobre las acciones que siguen tras el resultado de esta consulta.

La oposición denunció presiones del gobierno a los medios de prensa para que silencien la jornada del domingo o utilicen el término “consulta popular”, que considera ilegal.

Según organizadores, la consulta está avalada por artículos de la Constitución de 1999 y por lo tanto sus resultados serán vinculantes para el gobierno, que desde ya descartó que pueda ser obligado a respetar los resultados de un plebiscito “inconstitucional”.

La oposición defiende la consulta principalmente el artículo 333 que señala que el texto constitucional no perderá vigencia y ante la eventualidad por un acto de fuerza, “todo ciudadano investido o no de autoridad tendrá el deber de colaborar en el restablecimiento de su efectiva vigencia”.

El jefe de la bancada opositora, Stalin González, dijo que la intención del plebiscito es “contrastar” la participación del domingo, que prevé multitudinaria, y la del 30 de julio, en la elección constituyente que podría ser menos, según sus cálculos.

“Nosotros confiamos en los venezolanos, en la honestidad de los 30 millones de venezolanos. Estamos seguros que no votarán dos veces, pero tendremos un control posterior”, dijo.

La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) pidió en una declaración esta semana al presidente que retire su propuesta constituyente.

El secretario general de la CEV, Víctor Hugo Basabe, dijo además que el plebiscito opositor es una oportunidad para expresar la opinión.

“Estamos invitando a que aprovechen la oportunidad de esta consulta popular, no pierdan la oportunidad para expresarse en relación a la Constituyente”, dijo.

Además advirtió que el llamado a la Constituyente puede convertirse en el “camino para una mayor conflictividad”.

“Si Maduro guarda un poquito de interés a este pueblo, tiene que cancelar la Constituyente, Nosotros no creemos ni tenemos la intención de no tener relación con el Estado, estamos es del lado de la gente, del pueblo. Lo que expresamos en esa carta es el clamor de la gente”, señaló.