*El hombre puede soportar las desgracias que son accidentales y llegan de fuera. Pero sufrir por propias culpas, ésa es la pesadilla de la vida. Oscar Wilde (1854-1900) Dramaturgo y novelista irlandés. Camelot.
EL VIAJERO QUE LLEGA
Muy temprano, los noticieros televisivos se enlazaron a Guatemala, allí donde José Martí, a la sombra de un ala contó, ese cuento en flor, de la niña de Guatemala, la que se murió de amor. Era la mañana que Javier Duarte de Ochoa regresa a su país a enfrentar la justicia, a enfrentar esas acusaciones que le llegaron por doquier, de todos lados, desde el gobierno de Veracruz hasta la Federación y la Fepade, por delitos electorales. Viene con más acusaciones como nadie. El gobernador más golpeado y odiado desde que la historia de los políticos en decadencia se dieron, en este México lindo y qué herido. Han corrido vientos y tempestades, el calendario vio pasar los días, desde aquella mañana que, ante Carlos Loret de Mola, en su noticiero Al Despertar, de la poderosa Televisa, después de haber perdido la elección de gobierno, lo que lo llevó adónde ahora está, porque era una apuesta que si su partido ganaba, no pasaría nada. Aquella mañana de 12 de octubre, Día de la Raza, Duarte llegó muy temprano a Televisa (dice la historia que Osorio Chong lo engañó, que cuando se presentó al mandarlo a llamar (a servir al patrón, que me mandó a llamar, anteayer) a Bucareli, le dijo que Yunes tampoco llegaría, pero que se necesitaba su licencia al cargo, para proceder contra el panista, que ya era electo, y este tuvo que gritar que ‘Cimbraría a México’, quién sabe que traía entre manos, que apanicó (verbo foxista) al altiplano y lo dejaron llegar. No lo cimbró. Quizá no lo necesitó.
LA TRAMPA
Ya sin fuero, enviada al Congreso la petición de licencia del gobernador de Veracruz, le obsequiaron (así se dice, dice Winckler) la orden de aprehensión al otro día y entonces huyó, como el viento del Guadarrama, allí nació aquel préstamo del helicóptero de gobierno, que tuvo al otro gobernador interino, Flavino Ríos Alvarado, unos días en el tambo y lo soltaron a prisión casera, porque habló por él el exgobernador de las estrellas, Miguel Alemán Velasco, eso se dijo, a mí no me lo crean. Yunes sabrá. Pasó la fuga y se especulaba que andaba por allí como un fantasma errante, que lo habían visto como a Elvis Presley, por todos lados. Es más, hubo gente que se aventuró a asegurar que estaba detenido en el Campo Marte y que Peña Nieto lo tenía resguardado, como asunto de estado. El gobierno de Veracruz le incautó lo que pudo. Los socios del prófugo, comenzaron a cantar hasta en inglés. Soltaron la sopa, por usar término judicial. Hablaron y hablaron y entregaron cuentas y cuentas, dinero que se incautó y que ahí debe andar. Ranchos, propiedades, cuadro de Botero y de quien se pudiera. Otra versión corría: que estaba muerto y que nunca aparecería, ni siquiera su cadáver. Nada de eso fue cierto. La PGR ofrecía 15 millones de pesos por quien diera informes de dónde andaba. Se especulaba que en Canadá, porque de allá no los traen, véase el caso del líder Napoleón Gómez Urrutia. Otras versiones, que ya andaba en Europa, se sabía que la visa americana ya había sido cancelada y boletinada y a ningún punto de Estados Unidos podría entrar, sin el consabido permiso. En esas andaban, cuando Yunes le encontraba y exhibió un rancho perrón en Valle de Bravo, con caballos pura sangre; bodega en Córdoba, su tierra adoptiva, donde resguardaban sus cosas, y a su esposa le exhibieron sendos diarios y el clamor popular en contra crecía. La gente en las redes sociales los hacían pabilo, de bandidos y mal nacidos no los bajaban. Jamás ningún gobernador había sido sometido a esta clase de fuego, escarnio, dureza, mofas, burlas, desprecios. Los memes en las redes inundaron los espacios. Lo de inmerecida o inmerecida, lo dirá un juez. Un 15 de abril fue detenido en Guatemala. Desde ese día purga cárcel y ha sido visto en las comparecencias, donde se pedía la extradición del gobierno mexicano. Con barba a la Robinson Crusoe, sonriendo, lo que le valió le acusaran de cínico. Audiencia televisada y en vivo por dos canales mexicanos de información: ForoTv y Excélsior. Antes de extraditarlo, su esposa partió con los hijos fuera del país, algunos señalaban que se llegó a un acuerdo. La familia, a salvo. A toda capillita le llega su fiestecita, dice un refrán. La de JDO llegó. Empleará sus esquemas legales y sus abogados sabrán cómo lo defienden. Escribo estas líneas cuando viene en vuelo de un par de horas, de Guatemala a México. Al Hangar de la PGR, donde lo esperan los reporteros de diarios y televisiones. Desde el aire, Javier volverá a ver la ciudad de la que un día partió. La televisión pone en vivo la ruta del avión. Filtraron una foto donde se le ve arriba del Jet, sentados, flanqueado por tres agentes mexicanos, con los ojos cubiertos, por las leyes judiciales que no eres culpable hasta que te lo demuestren. Muchísimos están felices, otros pocos, con la pena de verle allí, en el infortunio. Mandé mensaje a un amigo suyo, de esos que podría llamarse fieles, porque cuando el jefe cae, todos huyen, me dijo que le dolía verlo así, y Que Dios lo ayudara.
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