A un año de las elecciones presidenciales, Andrés Manuel López Obrador tiene una preferencia electoral de entre 30 y 33 por ciento, peeero… andaba más o menos en las mismas un año antes de las dos elecciones que ya perdió. En 2005 andaba con el 36 por ciento de las preferencias. Para 2011, el tabasqueño tenía en el bolsillo el 24 por ciento del electorado. Y en ambas no ganó. Si algo aprendió AMLO de esas experiencias, sabe que todavía no puede cantar victoria. Lo comentan en «Templo Mayor» de Reforma.