«Cambiar la perspectiva negativa y pasar a estable la calificación crediticia de México por parte de «Ritch Ratings» y bajar del 56% del PIB a 48% de la deuda pública en este 2017 es una hazaña fiscal que no tiene comparación en la historia reciente del país. Hoy esto se ha logrado gracias al trabajo impecable de José Antonio Meade en la Secretaría de Hacienda, y de Agustín Carstens en el Banco de México». Eso opina Alicia Salgado en la sección financiera de «Excelsior».