El índice inflacionario en México pasó de 3.36 por ciento anual en diciembre del año pasado a 6.44 por ciento al cierre de julio. Y no resultaría extraño que todavía se incrementara ligeramente en agosto. Pero a pesar de ello, ya no es amenaza. Ya está llegando al techo y se puede anticipar una trayectoria descendente en adelante. Es lo opina el analista económico Enrique Quintana en «El Financiero».