Tenía apenas 14 años de edad cuando conocí el café Tierra Luna, eran sus inicios sobre la calle Diego Leño, a unos metros del tradicional parque Los Berros en la capital veracruzana, un lugar pequeño pero acogedor, reconfortante, con un dulce olor al aromático y muchos libros.

Después de 9 años, el café cambió de lugar (tan sólo media cuadra de su anterior ubicación), a un espacio más amplío con la intención de erigirse como un centro cultural y con esfuerzo –me atrevería a decir- lo han logrado. Actualmente alberga clases de danza (ballet, árabe, tango y flamenco), presentaciones artísticas de la más diferente gama y distintos talleres como el de arpa y japonés.

Dentro de las instalaciones de Café Teatro Tierra Luna también hay espacios para la venta de artesanías y productos locales, se puede saciar el hambre y es refugio de académicos, ambientalistas y artistas.

A lo largo de los años he vivido gratas experiencias en ese lugar, recuerdo cumpleaños de amigos, obras de teatro, presentaciones de libros, exposiciones de productos y artesanías de la región, y recientemente reuniones de trabajo. En más de una ocasión, cuando estudiaba el bachillerato, recibí el consejo de doña Marisol (la matriarca del lugar) y el abrazo solidario de Don Miguel (su esposo).

Lo que no viví fue el foro donde acudieron personalidades como Tongolele, Nacho Méndez, el legendario Septeto Habanero, de Cuba, renombrados fadistas de Portugal, pero también estuvieron en éste mismo espacio.

Con tristeza leí las declaraciones de una vecina del lugar y sus intenciones de “cerrar” el lugar, con falsas acusaciones -desde mi perspectiva-, pues conozco a la familia que construyó este lugar desde hace más de 20 años. Sé que son personas conscientes, trabajadoras, reflexivas y con empatía hacia las causas sociales.
Apenas este 30 de agosto se celebró un evento, un maratón de comediantes, con el apoyo de la agrupación La Flor de la Comedia y el grupo Son de Jalco en beneficio de la joven Amada Rivera, quien enfrenta una enfermedad, costosa como la mayoría.

Y para septiembre las actividades crecen para todos los gustos y edades. Desde música de Juan Gabriel pasando por el son jarocho de Tlacoatzin, música antigua y el espectáculo “Circuenteril-Chiriandante” sobre princesas que eligen volar y ratones que doman leones.

Xalapa y lo que el estado de Veracruz necesitan es más cultura y educación, espacios de recreación sanos para abonar a la reconstrucción del tejido social. Proyectos como el Café Teatro Tierra Luna deben permanecer, crecer y fortalecerse con el apoyo de la ciudadanía.

Transparentarán recursos

El Gobierno de Veracruz abrirá una página digital para informar del destino de los recursos líquidos y los bienes inmuebles recuperados producto de la corrupción en el sexenio anterior y que ascienden a mil 200 millones de pesos.

De dichos bienes recuperados se sabe hasta ahora del rancho El Faunito -ubicado en Fortín de Las Flores-, del departamento en la Torre Pelícano de Boca del Río, así como inmuebles en Xalapa, Coatepec y Alvarado. Además de un avión y un helicóptero.

Hasta con fotos se subirá la información de los bienes y la página se dará a conocer a través de los medios de comunicación “para que cualquier persona pueda conocer el destino de los recursos recuperados”, dijo el gobernador Miguel Ángel Yunes.

De paso, no estaría mal un comité ciudadano que revise el proceso de licitación de la deuda que acompañe la recepción de los sobres cerrados con las propuestas de las instituciones bancarias y la selección de las instituciones financieras que ofrezcan las mejores propuestas.

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“Si puedes mirar, ve. Si puedes ver, repara”.
Ensayo sobre la Ceguera
José Saramago