*Esto lo dijo Ray Bradbury: “Si no te gusta lo que haces, no lo hagas”. Camelot

UNA DE PEÑA NIETO

Llega Septiembre, mes de la Patria, donde también el huamachito florece y la soga se revienta. El que dice Wikipedia ser Septiembre o setiembre, noveno mes del año en el calendario gregoriano con 30 días. Su nombre, que viene de la misma raíz latina de séptimo, se debe a que era el séptimo mes en el calendario romano. En este mes se han cocinado bellas canciones. Una de ellas, Septiembre Morning del gran Neil Diamond: “Una mañana de septiembre. Bailamos hasta que la noche se convirtió en un nuevo día. Dos amantes interpretando escenas de amor de alguna obra romántica. Las mañanas de septiembre todavía pueden hacer que me sienta así”. Igual así se sintió el presidente Enrique Peña Nieto, cuando convocó a lidiar con valor a propios y extraños en el Palacio Nacional, a lo que antiguamente se llamaba Informe de Gobierno y besamanos y que hoy ha quedado en un aplaudometro corto, entre cuates e invitados. No lo vi, porque quien esto escribe andaba por Veracruz. Pero un Garganta Profunda de Xalapa me escribió que el presidente fue muy amable con el gobernador Yunes (Miguel Angel), y que Yunes le devolvió el afecto con sonrisas choleñas, las que no le da al primo, ahora. Yunes ya anda loco de contento con la reestructuración bancaria, lo que le permitirá tener cash, como cuando se quejaba Zedillo. Ahora veo las fotos de los diarios y los Internet y veo a Peña dándole un afectuoso saludo a Ernesto Cordero, el cordero que no quita los pecados del mundo, un Judas Iscariote que se prestó (así lo acusan los panistas), mediante un billete, a presidir el Senado para allanar el camino del procurador, Raúl Cervantes, que se quiere convertir en Fiscal para cuidar las espaldas a quienes salgan, incluido el presidente, nomás por 9 años, como querían hacer con Fisculín en Veracruz, en tiempos de Duarte. El discurso del presidente fue antilopezobradorista: con nosotros todo, con aquel, Venezuela. Más o menos. Pero Andrés Manuel sabe que puntea y le vale. Si llega, seguro muchos andarán enliados, muchos tendrán que sufrir el agobio mismo que sufrió Duarte de Ochoa, entre ellos el secretario del socavón, que no rinde cuentas a nadie, y los Lozoya y los de Pemex, donde huele a podrido, como en Dinamarca (Algo huele mal en Dinamarca. La frase apareció en Hamlet, el drama trágico escrito por el célebre dramaturgo inglés William Shakespeare en 1601, que es una de las cumbres de la literatura universal. Su título original es «The Tragedie of Hamlet, Prince of Denmark». En una de las escenas de la obra que se desarrolla en la explanada del palacio real de Elsingor, el príncipe Hamlet escucha a su centinela Marcelo pronunciar la frase que se tornó célebre: «Algo huele mal en Dinamarca», antes de que apareciera el fantasma de su padre, rey de Dinamarca, quien se presentó para hablar a su hijo e informarle que acababa de ser asesinado por su hermano Claudio para usurparle la corona y casarse con la viuda. Inmensa fue la tristeza que embargó al príncipe Hamlet. «Quisiera que mi cuerpo se desintegrara en lágrimas», exclamó, al saber que su madre había subido al «tálamo incestuoso». Y se propuso asumir la venganza contra su tío, el asesino, para lo cual simuló haber caído en la locura)

UNA DE HUGO SANCHEZ

En el mítico y legendario periódico deportivo ESTO, que se incluye en los Soles de Córdoba y Orizaba, habló ayer domingo el Macho Hugo Sánchez. Hizo una crítica de la selección mexicana de futbol, dijo lo que todos piensan, que el entrenador Osorio debe irse, y buscar uno que afiance bien el juego. Nadie entiende a qué juegan y solo la capacidad de los mexicanos europeos, como Hirving y Vela y Corona y demás, libraron ese drama del partido contra Panamá. Pide Hugo, además, abrir la selección a las televisoras, México es de los pocos países en el mundo que solo las dos cadenas del duopolio transmiten, en complicidad con el inútil Decio de María y Guillermo Cantú, se debe abrir la selección. Y eso de calificar, es pan comido. Asegura que cuando las eliminatorias son a vuelta recíproca, México no tiene problemas en calificar, solo algunas veces que los inútiles federativos aceptaron una sola sede, dejó de irse, pero cuando es una a una, o chile a chile, como dicen en mi pueblo, pasamos. Ahora lo importante es a qué vamos, si a pasear y solo conocer Rusia, porque con este mediocre entrenador, que mucho tiene de Ruiz Esparza, el del socavón, no llegaremos al quinto juego por nada del mundo. Buena entrevista.

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