2. La “deplorable” decisión

En la columna de ayer decía que considero que la decisión de la Junta de Gobierno de Radio y Televisión de Veracruz de quitar del aire el programa “REvisiones. Los periodistas tienen la palabra” era “deplorable”.
A continuación, expondré mis motivos:
1. Resulta fuera de toda lógica que un canal de televisión decida suspender el programa que más auditorio y éxito tiene, como era el caso de REvisiones. Sé que por razones de presupuesto, RTV no hace mediciones del público que tienen sus programas, pero en nuestro caso, los periodistas que participábamos los martes a las 11 de la noche en TVMás, cada que salíamos a algún lugar público recibíamos infinidad de saludos de personas que se acercaban a nosotros para decirnos que les gustaba mucho nuestra emisión y la forma en que explicábamos y nos explicábamos los asuntos de la política, a menudo tan etérea e incomprensible, sobre todo en Veracruz.
No me queda ninguna duda de que la famosa Junta de Gobierno de RTV está integrada por personajes que deben tener especialidades en los temas que atañen a la televisión, y por tanto podrían tener la seguridad de que nuestro programa era exitoso, muy exitoso, tanto por la cantidad de público que lo veía, como por la aceptación y credibilidad de que gozaba.
Resulta por eso deplorable que lo hayan desaparecido.
2. La Junta de Gobierno adujo que el programa se quitaba para dar paso a una barra de programación “más interesante”. A pregunta específica de Quirino Moreno, nos dijeron que iba a ser sustituido, por ejemplo, por un programa que trataría el tema de la violencia de género y que pasaría lunes, miércoles y viernes (nuestro programa pasaba los martes).
3. Un elemento que yo expuse ante el Director de RTV, Raúl Martínez Chávez, fue que la suspensión abrupta y definitiva del programa podría ser tomada por el público veracruzano como un atentado contra la libertad de expresión, toda vez que en REvisiones se desplegaba plenamente el derecho a decir nuestras verdades (lo que siempre le reconocimos al Gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares) y muchas veces se ejerció una crítica contra acciones de servidores públicos.
Es deplorable, entonces, que con esa decisión de la Junta de Gobierno de RTV, la administración yunista haya perdido la oportunidad de blasonar su respeto a la libre manifestación de las ideas.
4. RTV es una empresa pública, no privada. Cuando empresas como Televisa o TV Azteca o el Grupo Imagen deciden modificar su programación o desaparecer algún programa, lo pueden hacer atendiendo a sus intereses económicos, personales o hasta íntimos.
Pero la Junta de Gobierno de RTV está obligada a tomar en cuenta la opinión del público al que se debe, porque es el verdadero propietario de la televisora. La opinión masiva y favorable respecto de REvisiones está manifiesta en la aceptación que siempre tuvimos, y ya ha empezado a verse reflejada en las redes y en varios medios, en donde ha venido emergiendo una corriente que condena la suspensión de nuestro programa.
Por lo que sabemos, la Junta de Gobierno de RTV toma decisiones tajantes y difícilmente reculará en su decisión de desaparecer el programa que más veían en su canal y que vestía al Gobierno y a la empresa (que es de todos los veracruzanos, según su eslogan) con un aire libertario y tolerante.
Qué deplorable, la verdad.
PD. Los periodistas que hicimos REvisiones hasta la semana pasada, saludamos afectuosamente y le reconocemos sus atenciones a don Alfonso Salces Fernández, el sí un verdadero referente del periodismo nacional. Gracias, señor Director.
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