Como si se tratara de una subasta pública, los partidos políticos compiten para ver quién da más a los damnificados de los sismos del 7 y 19 de septiembre. Los ciudadanos pusieron el ejemplo, ahora los políticos quieren redimirse con el pueblo.
Primero fue López Obrador, quien proponía destinar 20 por ciento del presupuesto de campañas en 2018, ahora subió la «apuesta» a 50 por ciento; lo secundó Enrique Ochoa Reza, quien anunció que el PRI aportará el 25 por ciento de su financiamiento anual (258 millones de pesos) y en el PAN, su dirigente nacional dijo que sí, pero se reservó la cantidad que ese partido podría restituir a los mexicanos.
Eso sí, todos piden transparencia, legalidad y apartidismo en la entrega de los recursos y acciones de reconstrucción para levantar lo que derrumbó el sismo; no vaya a ser que se los lleven al baile.
En Veracruz, el alcalde de Boca del Río, Miguel Ángel Yunes Márquez, anunció que todos los miembros de su Cabildo (sin distinción de partidos) acordamos aportar íntegramente un mes de su sueldo a la Cruz Roja Mexicana.
Este tipo de subasta se pone interesante cuando ya inició -de manera oficial- la organización de la elección federal en la que se renovará la Presidencia de la República, el Senado, y en Veracruz la gubernatura y el Congreso del Estado y muchos de los que han ofrecido recursos contenderán en los próximos comicios. Ojalá, que en ese ánimo de ganar adeptos, suban la apuesta al 100 por ciento; en los próximos días veremos quién da más.
Pero canalizar los recursos de los partidos políticos a la reconstrucción de zonas afectadas no fue una propuesta de los partidos, fue una exigencia de los ciudadanos inmediatamente después del segundo sismo que cobró la vida de al menos 250 personas en el centro del país.
Vía change.org me llegó una de esas solicitudes que busca que los recursos de las campañas en México, en lugar de destinarse a lonas y gallardetes, «generen beneficios duraderos en las comunidades». Begoña Hernáiz inició la petición y ya llevaba un millón 200 mil firmas.
En la entidad veracruzana, el Organismo Público Local Electoral ejerce en este 2017 un presupuesto de mil millones de pesos, de los cuales 361 millones de pesos se destinan para los partidos políticos con registro y habría que sumarle lo de las campañas. Por ejemplo el PAN en Veracruz dispuso de 14 millones solo para campañas y el PRI una cantidad similar.
Una buena bolsa podría juntarse con recursos de los políticos veracruzanos para ser enviada a Tlaxcala, Oaxaca, Puebla, Estado de México y Ciudad de México, en lugar de que se desvíe a la compra del voto y conciencias.
Los ciudadanos también pusieron el ejemplo en solidaridad, amor al prójimo y unidad. Cadenas humanas se formaron en edificios derrumbados para levantar piedras y buscar entre los escombros a víctimas del temblor.
Verdaderas historias de valor de los rescatistas mexicanos, a la que se sumaron equipos de otros países: Israel, Colombia, Japón, Chile, España, Ecuador, Perú y Estados Unidos; pero en algunas comunidades (como Atzala y Metepec, Puebla) fueron sus habitantes los que sacaron a sus víctimas de los edificios y casas en ruinas.
La historia se repitió después de 32 años. Había escuchado esa teoría: la humanidad vive ciclos que se repiten.
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“Evitar la infelicidad no es el camino a la felicidad”.
Héctor y el secreto de la felicidad, película británica del 2014 dirigida por Peter Chelsom y co-escrita con Tinker Lindsay y Maria von Heland, basada en la novela de François Lelord con el mismo nombre (la encuentran en Netflix).
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