Muchas veces se escribe de la gran pérdida de valores en muchos seres humanos, de una especie de degradación moral de parte de la sociedad mexicana. Por ello resulta muy gratificante ahora ver las grandes muestras de solidaridad de rescatistas, de miembros de las Fuerzas Armadas, vecinos, equipos de rescate y protección civil de varias entidades federativas y de todos aquellos que están apoyando en el rescate de las personas heridas y de las atrapadas entre escombros de edificios colapsados, muchos de ellos poniendo en peligro su propia vida.