Neus Audi es una jovencita de 22 años de edad. Ha participado desde el primer día del terremoto como rescatista voluntaria en la ciudad de México. Escribió lo que sigue para compartir su experiencia. Todo lo que sigue es de ella, estoy seguro de que lo vas a disfrutar igual que yo, y estarás muy orgulloso de ser Mexicano.
¨La ciudad se ha pintado de muchos colores estos últimos días, ha tenido muchos matices, muchos estados de ánimo, incluso un olor peculiar. En algunas esquinas de la ciudad se escuchaban aplausos, gritos de esperanza y de alegría por atestiguar un «¡TENEMOS VIDA!», mientras que en la otra esquina la multitud de gente se quitaba los cascos protectores para guardar un minuto de silencio por aquellos a los que el corazón ya no les palpita..
Han sido de los días más fuertes pero también mas increíbles de mi vida. Me siento orgullosa de las personas a las cuales les he tomado la mano, y las cuales han tomado mi mano.. conocidos y desconocidos…me siento orgullosa de la gente a la cual se le ha olvidado el sueño, comer o tomar agua pues organizar un trailer de ayuda es más importante. Me siento orgullosa de las personas que han pasado calor formados esperando como poder ayudar, pues si algo sobra han sido voluntarios. Me siento orgullosa de las personas que también han tenido frío durante los turnos de madrugada, incluso me siento orgullosa y le agradezco infinitamente a todas aquellas personas que no han podido estar físicamente pero nos han apoyado enviando desayunos, comidas, cenas.. Que increíble tener que difundir «tenemos comida de sobra, no manden más». A todos ustedes, gracias.
Me siento orgullosa de las personas honradas, que sabiendo qué hay ene mil oportunidades de robar y/o obtener un beneficio, prefieren salvar vidas. Y si, me refiero a muchos elementos de marina y policía federal honestos y entregados quienes por culpa de la ambición de algunos de sus compañeros, pagan justos por pecadores. Me siento orgullosa de los topos y rescatistas y su inmensa labor, de los bomberos, de todos aquellos que no descansan y también de los que sí pues gracias a eso hemos podido relevarnos. Me siento orgullosa de todos aquellos transportistas que a pesar del clima y la intemperie con tanto cuidado han llevado sustento a otra ciudad.
Me siento orgullosa y planamente agradecida de aquellas tropas que, sin importar el riesgo de vida vinieron a nuestro país a apoyarnos en la desgracia… Estados Unidos, España, Japón, Suiza, Israel, Panamá, Chile, Guatemala, Colombia, Ecuador, El Salvador, a la ONU por su asesoría.. Gracias. No nos olvidemos de nuestros héroes con 4 patas. Sin ellos la labor de rescate no hubiera tenido el mismo resultado. Gracias a todos aquellos artistas y toda figura publica que han aprovechado su “popularidad” de una manera desinteresada y humana logrando recaudar diversos fondos alrededor del mundo. Gracias a todos aquellos que transformaron las donaciones en especie para ser entregadas personalmente.
Me siento orgullosa de las horas de esfuerzo, de garra, de valentía, de entrega, de unidad. Es increíble lo que se puede lograr cuando nos mantenemos unidos. Todos los sesgos, diferencias y prejuicios se olvidan y nos volvemos humanos de nuevo.
Siento una profunda admiración hacia cada uno de ustedes… cada quien sabemos qué tanto hemos hecho, qué tanto ha sido real y qué tanto ha sido para solo pertenecer al famoso «hashtag». El que aguanta horas y horas en un turno de escombro no es más valioso que el que prepara tortas, o el que solo ha podido hacer una pequeña aportación. Cada parte es igual de importante.
Cada quien da en proporción a sus posibilidades y eso no quiere decir que seas mas o menos, quiere decir que has estado y que SUMASTE.
Que no te importe lo que la gente diga, reparte esperanza, reparte ilusión, comparte esa emoción y ese sentir cuando uno ayuda, pues te prometo que se contagia. Ayudar es ayudar, y es mucho mejor que criticar.
A ti que verdaderamente has estado, que te la has rifado, Gracias.
No son “muchos derrumbes”… SON VIDAS.
Gracias por no soltarnos las manos. No lo hagamos, esto va para largo. Aunque el cuerpo duela, las piernas pesen, los ojos piquen y la rutina poco a poco regrese a nuestros días, no se olviden que juntos somos más y que juntos salimos de esta más rápido. Busquemos ayudar oportunamente, nos quedan muchas semanas por delante y es necesario economizar la fuerza de todos. Será mejor que el impacto sea continuo y duradero.
A veces un gran cambio puede llegar disfrazado de tragedia.
A los que hoy lloran una perdida, estamos con ustedes. México demostró que ser familia no depende de lazos sanguíneos. No perdamos esta oportunidad, no suelten, y por favor no dejen de cantar. ¨
Gracias Neus por permitirme compartir con mis lectores ese orgullo de ser mexicana en un momento trascendental de la historia del país. ¡Gracias por tu esfuerzo!. ¡Gracias por ser así!… ¡No sueltes nunca más!…. ¡No dejes de cantar!
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