Así como en un tiempo en México, en varias ciudades del país se acostumbró que un empresario fuera el «padrino» de estudios» de un joven de escasos recursos para que pudiera terminar una carrera profesional, ahora, con motivos de los sismos de septiembre, Enrique Krauze propone que los empresarios importantes «Apadrinen un pueblo» de los tantos afectados en Oaxaca, Chiapas, Morelos, Tabasco y Puebla. Que apoyen con recursos de sus empresas y que estén pendientes de la eficaz reconstrucción de sus inmuebles. Qué bien, ojalá se concrete en la realidad.