Como si de un melodrama se tratara, Margarita Zavala, esposa de Felipe Calderón, renuncia al Partido Acción Nacional; dice que renuncia al PAN, pero que nunca dejará de ser panista. La señora Zavala de Calderón finalmente terminó por comprender que los panistas de ahora repudian a su marido. Eso que los opositores dijeron de Felipe Calderón, su alcoholismo, su temperamento iracundo, su calidad de genocida, su calidad de espurio (“haiga sido como haiga sido”), todo eso lo compartían los mismos panistas, lo creían y hasta lo pregonaban. Sino que se lo pregunten a Juan José Rodríguez Prats, que un día se lo esputó en la cara: “No es cierto, no es cierto, estabas tomado”. El mismo Carlos Castillo Peraza dejó testimonio escrito: “Ahora tengo que añadirte que me pareció desconsiderado de tu parte no haber acudido a la cita de anoche, sin siquiera haber avisado, y que me dolió y preocupó haberme enterado por boca de subalternos menores que el presidente del partido (Calderón) salió de la oficina ‘muy bien servido’”.
Margarita Zavala no parece ser mala persona, de cerca se le ve sensible, correcta y con un manejo de la política adecuado. Sin embargo, cargar con la sombra de un Felipe Calderón no es poca cosa. Máxime si tomamos en cuenta que el expresidente de México metió las manos hasta los codos en el intento de hacer candidata panista a su esposa para la presidencia de México. Pero, ¿en realidad quería Felipe Calderón que su esposa fuera presidenta de México? Muchos lo dudan. El enemigo a muerte de Calderón no es Peña Nieto, ni siquiera el PRI. El enemigo a muerte de Calderón es Andrés Manuel López Obrador.
Ahora bien, si consideramos el trato que durante su sexenio le dio Peña Nieto a Felipe Calderón, donde al expresidente, a pesar de las muchas evidencias de corrupción, no se le tocó ni con el pétalo de una acusación. ¿Sabe usted de alguna investigación por parte del gobierno de Peña en contra de Calderón? ¿Dónde están en este momento los que participaron con Calderón en su gobierno? Genaro García Luna, el secretario de Seguridad Pública de Calderón, goza de completa impunidad en el extranjero. A la que fue titular de la PGR, Marisela Morales, a quien reportes periodísticos la acusaron de encubrimiento y acusaciones falsas, la pusieron de Consul en Milán, Italia. Ernesto Cordero, secretario de Hacienda de Calderón es, gracias a los priistas presidente del Senado. Y así, nos podríamos ir uno por uno buscando dónde andan los que conformaron el gabinete de Calderón y nos daremos cuenta que todos gozan de total impunidad. Impunidad que Felipe compró para ellos traicionando a Josefina Vázquez Mota, candidata presidencial del PAN en 2012, entregando con esto el gobierno a Peña Nieto y haciendo a un lado a López Obrador.
El siguiente paso para consumar la abyecta sumisión de Felipe Calderón a la presidencia era hacer a Margarita Zavala candidata del PAN a la presidencia para, de la misma manera que se operó con Josefina, desinflarla en el momento que se requiriera y operar a favor del candidato de Peña. Eso lo sabía la dirigencia panista, eso lo sabía Anaya, lo sabía Ruffo Appel, lo sabía Bravo Mena, lo sabía Rodríguez Prats, lo sabían todos los panistas que contemplaban a su expresidente tomándose unos tragos frente a unos niños en el Rally de la CDMX, así muy quitadito de la pena.
Fue por ello que siempre le cerraron el paso a Margarita Zavala, y es que sabían que el proyecto de traición no lo llevaba ella, sino que su marido lo traía escondido en una fachada de militante de muchos años.
Ahora Margarita renuncia, pero todos nos quedamos esperando que también renunciara Calderón. De hecho, el deseo ferviente de los panistas es que Calderón ya se vaya del partido, porque como dijo el senador Ernesto Ruffo, es como la pus que contamina la sangre de su partido. Renuncia Margarita Zavala, pero sigue siendo panista, hasta la mañana del sábado no se lee nada sobre la renuncia del Felipe Calderón. Tampoco ha renunciado nadie de la jauría de senadores del PAN el poblano Javier Lozano, Roberto Gil Zuarth, Salvador Vega y Jorge Luis Lavalle; a lo mejor están esperando que el partido los expulse.
Pero tampoco se presiente una desbandada de panistas que sigan a su líder Margarita Zavala, se habla de una ruptura, de una incisión, de una cirugía mayor, pero más bien parece que esta era una operación necesaria, como una operación de apéndice, que de no extirparse corría el riesgo de contaminar todo el cuerpo.
Se va la Zavala como independiente, dicen que antes de tomar esa decisión habló con Meade, seguro candidato del PRI para la elección de 2018. ¿Ya habrán pactado? Ella no se da cuenta, pero poco a poco va mutando, al final se parecerá más y más a su marido.
Armando Ortiz aortiz52@nullhotmail.com