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Excélsior

La contaminación de Taiwán ha sido exhibida de una manera hermosa, pero desagradable, por tres estudiantes de la Universidad Nacional de Artes de Taiwán. Los estudiantes tomaron muestras de 100 fuentes contaminadas por toda la ciudad, las pusieron en moldes, y las convirtieron en paletas de hielo para un proyecto llamado Polluted Water Popsicles (Paletas de Agua Contaminada).

«A través de la observación, nos dimos cuenta de que la gente no sólo no le da mucha importancia a las fuentes acuíferas sino que las ignoran», Hong Yi-chen, uno de los integrantes del proyecto, cuenta a Creators.

Junto con sus colegas, Guo Yi-Hui y Chen Yu-ti, Hong se detuvo en varios cuerpos acuíferos a lo largo de la ciudad, desde desagües hasta ríos y mares contaminados. Ahí encontraron desperdicio natural como insectos en descomposición y desechos artificiales, como colillas de cigarro.

«Encontramos mucha basura de plástico», Hong dice. «Popotes, guantes, o palillos chinos desechables».

Después de tomar las muestras, los estudiantes las vaciaron en moldes de paletas y las metieron al congelador. Luego cubrieron las paletas en resina de poliéster para mantener su forma y transparencia. El resultado se ve delicioso a pesar de toda la basura. Es esta diferencia entre el sabor y lo asqueroso lo que le da al proyecto su poder. Al presentar el agua contaminada, Polluted Water Popsicles hace este problema mucho más fuerte. Es fácil tirar la basura a la calle, pero es difícil cambiarlo cuando está flotando en tu poster.