Mucho de lo que refleja el filme «Un amor inseparable», que también se está exhibiendo en cines, es la cultura muy arraigada que existe entre árabes y musulmanes de que los hijos «a fuerza» se tienen que casar con otra persona de la misma nacionalidad. Incluso a veces aunque sea con familiares lejanos, con tal de que consigan su canijo propósito. En la vida real, son mayoría los que logran superar la presión. La película referida es buena, aunque un poco cansada por ratos.