El presidente Enrique Peña Nieto al terminar su quinto año de gobierno e iniciar el sexto tiene una desaprobación que va de 71 a 64% y una aprobación de 26 a 31%, según las encuestas de Mitofsky (29.11.17) y Buendía & Laredo (21.11.17).

Esos números lo sitúan como el presidente peor valorado por lo menos en los últimos 50 años. Las dos encuestas coinciden en que el momento de mayor desaprobación, en lo que va del sexenio, fue en febrero de este año con entre 74 a 77% y una aprobación de 17 a 19 por ciento. Es el mes de lo que se dio en llamar el gasolinazo.

En el 2012, el presidente arranca su gestión con una aprobación de 55% y una desaprobación de entre 30 y 35 por ciento. Desde un principio cae su aprobación, aunque de manera lenta. Las dos encuestas coinciden en señalar que en febrero del 2014 se junta el porcentaje de aprobación y desaprobación y de manera muy clara a partir de noviembre, de ese mismo año, los niveles de desaprobación son mayores que los de aprobación.

En noviembre del 2014 tenía entre 50 y 57% de desaprobación y 41% de aprobación. A partir de esa fecha y hasta febrero del 2017 crece la brecha entre uno y otro hasta llegar a los porcentajes ya señalados. A partir de ese mes se ha reducido la diferencia, aunque de manera marginal como se anota más adelante.

En noviembre del 2017, 84% de los encuestados piensa que el presidente no tiene el control de los problemas del país y 70% dice que el país va por mal o muy mal camino, de acuerdo con Buendía & Laredo. En términos generales, estas valoraciones explican los altos niveles de desaprobación que tiene el presidente.

La encuesta de Mitofsky menciona como los tres principales problemas percibidos por los encuestados: la inseguridad (25%), la crisis (18%) y la corrupción (11 por ciento). En la de Buendía & Laredo, éstos perciben que lo peor hecho por el presidente es: la economía-alza de precios-salario (16%), corrupción (11%) y violencia-inseguridad (10 por ciento). Hay coincidencia entre las dos encuestas.

En los últimos nueve meses, el presidente ha reducido la desaprobación entre seis y 10 puntos y aumentado la aprobación entre nueve y 12 puntos, según estas mismas encuestas. Su actuación y la de su gobierno ante los sismos de septiembre explican, en parte, este aumento. No se puede asegurar que vaya a continuar esta recuperación.

El promedio de aceptación de los cinco años del presidente Peña Nieto es de 38.1% y el sexenal de Calderón fue de 56.6%; el de Fox, 57.9%, y el de Zedillo, de 54.9%, según Mitofsky. Si continúa el porcentaje de recuperación de los últimos nueve meses, es posible que al término del sexenio crezca el margen de aprobación, pero quedaría por debajo de los tres últimos sexenios. Eso necesariamente va a perjudicar al candidato del partido del presidente. Ya veremos.

Twitter: @RubenAguilar