Si López Obrador no considerara de peligro la próxima candidatura de José Antonio Meade, abanderado por el PRI, el Verde y el PANAL, ni se ocupara de él. Pero se ocupa un día y otro también. Ayer dijo en un mitín: «¿Quién conoce a Meade?». Antier: «Ya se desinfló la burbuja de Meade. Debieran cambiarlo por Osorio». Hace unos días: «Meade es un señoritingo y títere de la mafia en el poder».. Sabe muy bien AMLO que la buena imagen de Meade, su fama de honestidad, el apoyo de los grandes empresarios, la maquinaria electoral del PRI y una ayudadita del TEPJF le pueden propinar su tercera derrota. Y el Frente, con Ricardo Anaya como candidato, si está unido, y no lo traicionan Mancera y Moreno Valle, también le puede ganar al tabasqueño.