*Primera presidenta municipal del país, en Teocelo en 1955.
*Fundadora con otros ciudadanos altruistas de la Secundaria Manuel C. Tello.
*El Centro de Salud se le debe a ella y a los señores José Viccon y Toño Homero Jiménez
“Descubrir la energía interior y entregarla para renovar el mundo; he aquí el altruismo”.
Alfonso Mora Chama
Mujer ejemplar y luchadora social, fue doña Amelia Cerecedo viuda de Casas, primera mujer presidenta del país, en Teocelo, dos años después de que don Adolfo Ruiz Cortines, Presidente de México, enviara al Congreso la iniciática de reforma aprobada el 6 de octubre de 1953 y promulgada en el Diario Oficial de la Federación el 17 de octubre del mismo año…lo de doña Amelia fue por voluntad popular y con beneplácito del pueblo del Dios Tigre…
Este día su labor como política y como luchadora social, fue conmemorada a 33 años de su lamentable fallecimiento, en un emotivo evento organizado por el Director del Centro de Salud, o también llamado Hospital de la Comunidad de Teocelo, el doctor Antonio Rivera Medina, institución que brinda servicio a los municipios del distrito, entre ellos Ayahualulco, Ixhuacán, Cosautlán, con sus comunidades y algunas zonas del estado de Puebla, como Quimixtlán y Jesús María, desde luego el vecino municipio de Xico y su congregación San Marcos de León…
Sabemos porque fue parte de nuestra juventud, tratar a la mujer ejemplar, siempre atenta y bondadosa, doña Amelia, dispuesta a prestar ayuda a los desprotegidos, a quienes llegaban a ella como presidenta municipal y después como ciudadana altruista, logrando con don Antonio Homero Jiménez y don José Viccon, la fundación del Centro de Salud, en una casa de 5 de mayo de don Gildardo Muñoz, dueño de la Papelería el Fenix en Xalapa…en este primer sitio fue insuficiente, lo que obligó a doña Amelia buscarle otra casa y se logró en donde ahora se encuentra y también ahora debido a los múltiples servicios que ofrece necesita ampliaciones, por todo esto y la fundación de la Secundaria Manuel C. Tello, como la primera telefonía, se le recuerda como una mujer ejemplar y estimada por la ciudadanía teocelence.
Doña Amelia se enfrentó al cacicazgo político que imperaba en aquellos años y superando retos, amenazas y enfrentamiento, demostró carácter apegada siempre a la ley…nada le asustó y su administración queda para la historia como un gobierno honesto y sirviendo siempre a los más necesitados.
Se pueden decir tantos ejemplos de doña Amelia Cerecedo viuda de Casas, como los que narró su “guarura” Javier Gómez, quien la acompañó desde que ella lo adoptó casi recién nacido, de mujeres que laboraron con ella y comentaron de su bondad y de su honestidad, llegando de Papantla a Teocelo, sin riqueza alguna y así murió, sin nada de cosas materiales, pero si dejando un ejemplo imborrable de honradez y de su amor y entrega a Teocelo, hasta el final de sus días…
Claro que la recordamos…una gran mujer.
Dejó dicho, doña Amelia:
“Teocelo es grande, pero más grande es el corazón de sus habitantes, por los que vale la pena cualquier esfuerzo”.