Por Ramón Durón Ruíz (†)
cuando la última hoja del almanaque 2017 cae, la palabra que puede compendiar mejor lo que el año que se va trajo a nuestra vida es ¡Gracias!
Tú me has enseñado Padre que la palabra Gracias a pesar de ser tan pequeña, metafísicamente es poderosa, porque está llena de la magia del amor y cuando brota del fondo del alma, se vuelve tan eficaz como poderosa, porque cubre con un resplandor divino nuestra vida, nos ayuda a dejar de concentrarnos en el dolor y la adversidad y a fijar la atención en que diariamente vivimos al límite de los milagros.
Dar Gracias trae sanidad, gozo, armonía, felicidad, nos ayuda a experimentar la vida a plenitud y a escuchar la sabiduría que anida en la divinidad interior.
Gracias Señor, por fortaleciste mis vínculos de amor contigo, de hermandad con mi familia y de amistad con mis seres queridos, porque los lazos afectivos con ellos, son cada vez más fuertes, gracias por enseñarme que la verdadera hermandad no requiere lazos de sangre, nace del corazón y se fortalece día con día.
Gracias porque cada día me diste la oportunidad para ser mejor como ser humano, por ayudarme a liberarme de rencores y resentimientos que cancelaban mi diálogo interior, impidiendo encontrarme conmigo mismo y que mis alas tomaran vuelo; Gracias por permitirme “guiarme por mi intuición y no por mi interpretación”; Gracias por enseñarme a orar, que es la mejor manera de encontrar tu luz, de alinear mi mente, mi cuerpo y mi alma con el universo; Gracias porque con tu presencia me ayudaste a vencer los miedos y superar los temores ayudándome a encontrar el oficio de mi vida, por ayudarme a que las personas que a mi vinieron, se fueron mejor que como llegaron.
Gracias por ayudarme a darle tiempo al tiempo para aprender a ser yo mismo y respetando mi unicidad ayudar a que el rompecabezas de la vida se acomode para ser feliz; Gracias por enseñarme con el dolor y la enfermedad, el valor del amor y la salud y con los problemas y la adversidad el secreto del éxito y la felicidad; Gracias por ayudarme a disfrutar mi tarea, por enseñarme a ser propositivo y no permitir que los problemas me agobien; Gracias por darme la oportunidad de volver empezar.
Gracias por enseñarme a renunciar a las privaciones, a la enfermedad y a decretar que a partir de HOY vivo en la abundancia y en la salud, porque “para ser feliz basta con tener buena salud y mala memoria”.
Gracias Padre porque HOY que finaliza el año, me diste 365 días de hambre de ti, 365 días de paz, de amor, de oportunidades para servir, para ser mejor, enmendando los errores de ayer, de aprender a dar con humildad, a perdonar con amor, gracias por llenar mi corazón de optimismo y entusiasmo.
Gracias Dios porque como buen Padre de amor, me has dado el milagro del techo y del pan nuestro de cada día; Gracias porque tengo una misión muy clara, ser feliz y hacer feliz a quienes me leen; Gracias por enseñarme a vivir el milagro de la vida en el presente, el ayer quedo atrás, el mañana llegara después, lo mejor que tengo es el HOY y lo habré de vivir con la intensidad del sol y no me tomare la vida demasiado en serio, después de todo me doy cuenta que nadie sale vivo de ella.
Gracias Padre por enseñarme a perdonar, que es la mejor manera de reconciliarme conmigo mismo, aprendiendo a gozar cada minuto, cada instante como si fuese el último y al caer el alba con un profundo recogimiento espiritual darte las Gracias por un día… por un año más de vida.
Gracias por enseñarme a amar y respetar a mis dos eternos compañeros: mi cuerpo y mi alma, por educarme que cada día es un regalo divino y una oportunidad para no quejarme de ningún mal, sino una oportunidad para glorificarte por mis bendiciones y mis bienes.
Gracias Padre, porque HOY que finaliza el año has conducido mi barca a puerto seguro trayendo con tu presencia paz y alegría… por las miles de bendiciones que has derramado con tu presencia: ¡Gracia Padre!
Gracias Padre por ayudar al viejo Filósofo para alegrar los corazones cuando digo:
“La educación sexual es… ¡DAR LAS GRACIAS DESPUÉS DEL SEXO!”
“El amor es una enfermedad… ¡EN DONDE TODOS TERMINAN EN LA CAMA!”
“Ser viejo no es un problema… ¡VIEJO EL MAR Y TODAVÍA SE MUEVE!”
“Hay cuatro tipo de hombres: ¡1.-LOS QUE SON GUAPOS, 2.-LOS QUE SON RICOS,
3.-LOS QUE SON INTELIGENTES Y 4.-LA INMENSA MAYORÍA!”
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