Cerré el 2017 hablando de autos chinos, de la tecnología automotriz (sueca) que trae la línea de autos que está ensamblando el fabricante BAIC en el armadillo de Emiliano Zapata. También hablé de las –mis- expectativas que se esperan de crecimiento futuro de la armadora que, en mi caso, han generado en quien esto un entusiasmo más que desbordado, cosa reconozco, pero ya estoy viendo lo que puede representar para Veracruz que un fabricante automotriz de las características de BAIC, con el respaldo del gigantesco país asiático, esté asentado a tan solo unos kilómetros de Xalapa y los beneficios que esto podría traerle a la región.
Y comienzo 2018 hablando de lo mismo, es que mi entusiasmo no termina. Es que ya me estoy imaginando a miles de trabajadores de la región haciendo cola a la entrada del armadillo para pasar su tarjeta por el reloj checador para cumplir con el turno laboral, al mismo tiempo que oleadas de técnicos veracruzanos se preparan para irse a Beijing, China, para recibir capacitación en tecnología automotriz con miras a convertirse en unos expertos ingenieros mecánico automotrices.
BAIC es el fabricante de autos que desde hace tiempo Veracruz estaba esperando. Muchas versiones hay de por qué la Volkswagen no se instaló en suelo veracruzano, no lo sé y haya sido como haya sido lo lamento de veras, como lamento que la fabricante de autos alemana se haya instalado finalmente en Puebla, bien por los poblanos, mal para los veracruzanos, pero nunca es tarde y parece que por fin se nos va a hacer justicia la revolución a los veracruzanos.
De acuerdo, BAIC no es la Volkswagen –‘folsvaguen’ nos decía que se pronunciaba mi recordado maestro de sexto año, Pepe Bargés, con ese profundo acento catalán que lo caracterizaba-, ni estamos hablando de tecnología de punta alemana, lo que ya es un decir de por sí, pero estamos hablando de un fabricante de autos de la segunda potencia económica mundial que, perdón, pero no se trata de cualquier cosa. Cuando se habla de China estamos hablando de palabras mayores en lo más extenso que se puedan imaginar que implica esta expresión. Todo en China son millones de millones y ojalá pronto estemos mandando muchos autos chinos a medio mundo.
Como quiera, espero que los buenos aires veracruzanos les sientan bien a los amigos chinos para que se queden en Veracruz por muchas décadas. Hay que demostrarles que la mano de obra de los veracruzanos es confiable y segura, que somos productivos y responsables con lo que hacemos. Ningún trabajo nos cuesta ser corteses con ellos. Tengo confianza en que mis vaticinios se cumplan y en pocos años podamos ver a la hoy ensambladora china convertida en una gran fábrica automotriz que dé empleo a muchos miles de veracruzanos. Así empieza una empresa automotriz, al ratito estará fabricando neumáticos, motocicletas y motores fuera de borda para lanchas ribereñas, y demandando cadenas de producción locales que les provean desde tornillos, pijas, plásticos inyectados, vinilos, piel para asientos y todo tipo de suministros que giran en torno a un fabricante de autos.
BAIC es la gran oportunidad que estábamos esperando en Veracruz para dar empleo a la mano de obra calificada que, desde ya, debiéramos estar preparando en nuestros institutos tecnológicos.
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@marcogonzalezga