Lugar:
Fuente:
EFE

El Gobierno de Estados Unidos se encuentra al borde de incurrir en un cierre parcial al quedarse sin fondos para continuar con el funcionamiento de sus agencias, si finalmente demócratas y republicanos no se ponen de acuerdo en el Senado para aprobar un presupuesto antes de esta medianoche.

La suspensión de los presupuestos para el Gobierno afectaría a más de 800 mil empleados federales que se quedarían sin empleo y sueldo los días que durase el cierre, es decir, hasta que los congresistas aprueben un nuevo presupuesto.

Además de la suspensión laboral de cientos de miles de trabajadores, la paralización afecta a parques nacionales, museos e incluso a empresas contratistas del Gobierno, que no recibirían sus pagos al menos durante el tiempo que dure el parón administrativo.

A unas horas de que se agote el tiempo, el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, insistió hoy a los demócratas en negociar el acuerdo migratorio de forma separada a los presupuestos, con el objetivo de lograr una solución permanente a la situación ilegal de los jóvenes indocumentados conocidos como “soñadores”.

Ante la negativa del liderazgo republicano de admitir a consideración una votación sobre el acuerdo bipartidista migratorio alcanzado la última semana por el conocido “Grupo de los Seis”, compuesto por tres senadores republicanos y tres demócratas, la oposición parece haberse plantado y está dispuesta a bloquear los fondos presupuestarios.

Según indicaron a Efe fuentes de la Cámara Alta, el liderazgo demócrata cuenta con los votos suficientes para impedir que avance la propuesta de financiación temporal que este jueves aprobó la Cámara Baja y que consideran insuficiente.

Ese texto solo financiaría el Gobierno hasta el 16 de febrero, aunque contiene una disposición demandada por los demócratas para dar una financiación de seis años para el Programa de Seguro Médico para niños (CHIP, en inglés).

Los senadores demócratas han aumentado la presión sobre los republicanos y la Casa Blanca para aprobar un acuerdo migratorio bipartidista junto a los presupuestos que incluya un camino a la ciudadanía para los 800 mil jóvenes indocumentados conocidos como “dreamers“, cuyo alivio de la deportación expira en marzo por orden de Trump.

No obstante, la inclusión de la disposición para los fondos de CHIP pone en una complicada situación a los demócratas, ya que se trata de una cuestión por la que llevan peleando varios meses, después de que los republicanos permitieran que expirara su financiación.

Según indicó hoy director de la Oficina de Presupuesto de la Casa Blanca, Mick Mulvaney, “no hay razón para tener que negociar esta semana con DACA“, el programa que protegía de la deportación a los “soñadores” y al que ha puesto fin el presidente Donald Trump.

Pero esta sería la cuarta vez que se extiende de forma temporal el presupuesto en lo que va de año fiscal, y los demócratas parecen agotados de que no se escuchen sus demandas, entre las que también se incluyen fondos para la crisis de opioides que azota el país.

Los republicanos quieren evitar que el Gobierno cierre coincidiendo además con el primer aniversario de Trump en la Casa Blanca, pero la última vez que ocurrió algo así fue en 2013, cuando ellos mismos obligaron a un cierre gubernamental más de dos semanas en sus intentos de derogación de la ley sanitaria del entonces presidente, Barack Obama.