A 77 años de su natalicio el 21 de enero de 1941

Desde le gustaba de cantar, una de sus favoritas era una melodía de Agustín Lara que lleva por título Granada es por ello se le quedó por algún tiempo el mote de “granado” como era conocido en la escuela, así le decía de cariño también su familia. Vino al mundo en el número 34 de la calle de Ibiza de Madrid, España.
A los 5 años vino a la Ciudad de México con sus padres cantantes de zarzuela Josefa Pepita Embil y su padre Placido Domingo. Estudió piano, posteriormente ingresó a la Escuela Nacional de Artes, más adelante cursa en el conservatorio Nacional de Música las especialidades de piano y dirección de orquesta.
Debuta como barítono a mediados de 1959 en la obra Marina interpretando a Pascual en el majestuoso teatro Degollado de Guadalajara. Posteriormente lo hizo como tenor en la obra La Traviata, esa interpretación le daría un giro a su vida cuando tres años después triunfa en la Ópera en la lejana Israel.
Con casi cincuenta años de trayectoria artística Placido Domingo se ha consolidado como un tenor con un extraordinario carisma en la escena, su dedicación y responsabilidad lo han llevado a la cúspide, para ser reconocido como una de las grandes figuras en la historia de la ópera en el mundo. Con una memoria prodigiosa y su gran afición al futbol incluso de joven intentó ingresar como profesional, pero no es su única afición también la fiesta taurina y el cine son dos grandes de sus deseos personales al grado de prestar su voz para la cinta Un Chihuahua en Beverly Hills en la que interpreta a un perro en idioma español.
Su esposa es la soprano veracruzana Marta Ornelas quien deja su brillante carrera para dedicarse a sus hijos y ser directora de escena. Por su parte Placido Domingo vive los inicios de su carrera en México y regresa a su patria a la edad de 22 años. Son muchas las anécdotas que se tienen de el como el haber roto el récord mundial de aplausos, esto lo hizo en 1991 cuando presentó “Otelo”. Menciona que la gente se encontraba tan entusiasmada que no se iba y seguía aplaudiendo, el aplauso más grande de la historia duró 81 minutos, el en principio se sentía agradecido, pero al paso de los minutos dijo en alguna ocasión en tono de broma que ya quería retirarse a comer algo e irse a dormir.
Uno de los momentos más difíciles en la vida del tenor es cundo se entró que varios de sus familiares habían fallecido durante el terremoto del 19 de septiembre de 1985, sus tíos y un sobrino se encontraban en el edificio Nuevo León que cayó y estuvo colaborando varias semanas en los rescates. Al poco tiempo ofreció varios conciertos cuyos fondos fueron a beneficio de las víctimas. Con muchos reconocimientos por su trayectoria artistíca y humanística. Alternando con infinidad de figuras del medio artístico sobresaliendo en el espectáculo “Tres tenores”, ha participado en 6 operas filmadas, grabó el himno del Real Madrid, con más de cincuenta discos grabados, es sin duda una de las figuras a recordar este domingo 21 de enero.

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