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EFE

Giancarlo Esposito, el actor que encarnó a Gus Fring, el icónico villano de Breaking Bad, celebra el décimo aniversario de esa serie con un éxito en toda regla, el de Maze Runner: The Death Cure, que se perfila como la nueva reina de la taquilla en EU.

“El tiempo ha pasado muy rápido”, sostuvo el actor en una entrevista con Efe al ser preguntado por la serie, estrenada un 20 de enero una década atrás.

“Estoy encantado de haber sido parte de una de las mejores series de la historia. Es todo un orgullo, y me hace feliz seguir formando parte activa de su legado”, señaló Esposito en alusión a su rol en Better Call Saul, donde el público conoce el pasado de varios personajes que aparecían en Breaking Bad.

Esposito, de 59 años, cree que aún hay margen para crear otra serie centrada en su personaje, ese impasible narcotraficante tan impecablemente vestido como implacable a la hora de lograr sus objetivos, que van mucho más allá del buen funcionamiento de “Los Pollos Hermanos”, el local de comida rápida que regenta en Albuquerque (Nuevo México).

“Es algo que siempre he deseado. Todo es posible si Vince Gilligan -cocreador del formato- lo desea. Yo estaría encantado de indagar aún más en el personaje y conocer sus raíces, desentrañar cómo se convierte en quien es. Hemos visto parte de ello en Better Call Saul, pero aún hay mucho por saber. Creo que sería fenomenal para el público”, valoró.

El aniversario de la serie coincide con la llegada a la cartelera estadounidense de Maze Runner: The Death Cure, que podría recaudar unos 20 millones de dólares en la taquilla estadounidense este fin de semana tras generar grandes resultados en Corea del Sur, Australia y Taiwán.

La cinta, la tercera y última entrega de esta saga basada en las novelas distópicas de James Dashner, cuenta cómo el joven héroe protagonista, Thomas (Dylan O’Brien), se embarca en una misión cuyo objetivo es encontrar la cura a una plaga conocida como “el destello”, que convierte a las personas en caníbales.

El estreno del filme se retrasó un año por un accidente de O’Brien mientras rodaba una escena peligrosa.

“Dylan estaba empeñado en hacerla él mismo, sin ayuda de un doble. Por desgracia, salió mal. Estaba destrozado mental y físicamente. Lo importante es que se recuperó y no tiene secuelas. Habría sido horrible si llega a pasar algo más grave”, indicó Esposito.

El actor encarna en la película a Jorge, un excepcional piloto que ayuda a Thomas y sus compañeros a entrar en la única ciudad no expuesta al virus, donde tiene su sede una organización que sacrifica a jóvenes inmunes con la intención de hallar una cura para la enfermedad.

“Una de las razones por las que hice estas películas es porque mi tercera hija leyó los libros y le encantan. En la historia, puse mucho de mí como padre. Es alguien que escucha a esos jóvenes y les hace saber que su voz es importante. Eso es ser padre”, comentó Esposito.

El actor ve muchos paralelismos entre la ficción del filme y la realidad de EU, especialmente por la situación de jóvenes indocumentados ante el fin del programa DACA, que les protegía de la deportación.

“El Presidente de EU (Donald Trump) no se da cuenta de que esos jóvenes son parte del tejido del país y que casi ninguno supone una amenaza a la sociedad. Echarlos a todos es horrible, un acto que atenta contra los derechos humanos y contra la libertad. Este país se solía regir por esa palabra: libertad”, manifestó.

“Me gusta esta historia porque recuerda a la gente la importancia de no dejar a nadie atrás y de permitir que cada persona demuestre su valía”, señaló.

Esposito, hijo de padre italiano y madre afroamericana, nacido en Dinamarca y criado en Nueva York, es producto de ese crisol de culturas que es EU, pero lamenta que el discurso del odio y del racismo se haya normalizado en la actualidad.

“La gente necesita sentirse segura, y para ello, los políticos buscan a quien echar la culpa de los males de la sociedad. Eso lleva a la marginalización de ciertos grupos, a quienes algunos ven como el enemigo”, lamentó el actor, que también habló sobre el escándalo de acosos sexuales que ha tenido como protagonista en los últimos meses a Kevin Spacey, su compañero de reparto en The Usual Suspects.

“Amo y respeto a Kevin. Es un enorme actor y es una pena lo que está ocurriendo, pero tenemos que asumir las consecuencias de nuestros actos. Es parte de lo que nos hace humanos”, concluyó.