Por Ramón Durón Ruiz (+)
Para el viejo Filósofo la actitud mental positiva, es una actitud mágica que marca una gran diferencia, te ayuda a disfrutar el paisaje al cambiarte a ti mismo, te empodera de la vida… te lleva a saborear y a modificar tu existencia.
Una cosa queda bien clara, la actitud mental positiva no resuelve todos los problemas, pero genera una reacción en cadena que une emociones, sensaciones, pensamientos y acciones, que te llevan a que emerja tu luz interior, para que veas las bendiciones, en vez de los problemas, a que construyas las circunstancias para que alcances los buenos resultados.
Una actitud mental positiva hace de ti un ser extraordinario, que no dilapida el tiempo, que disfruta los pequeños y grandes logros; que te enamores de la vida, sabiendo que “HOY es el mejor día de éste año… mañana también”
Una actitud mental positiva, te lleva a confiar en ti mismo; detona tus poderes y cuando la adversidad llega, cambia tu escenario y hace que no vayas con ella; abre tu alma para que reciba los milagros que “No son la implementación de una ley natural, sino la atracción de una ley superior”
Una actitud mental positiva te ayuda a no darle vueltas a los problemas, –agarrar al toros, por los cuernos–, te lleva a mantenerte enfocado en la oportunidad, en la búsqueda de tu sueño, lleno de pasión, con entusiasmo, con singular alegría… te sorprenderán los buenos resultados.
Una actitud mental positiva, elimina las creencias y hábitos negativos, destierra el miedo, los temores, las nostalgias, los cálculos negativos sobre el futuro, las ansiedades y dudas, que debilitan tu mundo interior, con ellos se va el “esto no es para mí”, “no se puede”, “para mí es imposible”, “déjalo para mañana”, “carezco de méritos”, “ese ascenso no me lo merezco”, “hay otros mejores que yo”
Mantenerte con una actitud mental positiva, es una decisión del ser de luz que habita en ti, te ayuda a remontar los momentos difíciles, a “Encontrarle la cuadratura al círculo”, hace que llegue la paz interior, la armonía y el equilibrio, que te llevan a traslucir una singular sabiduría, disfrutando la temporalidad de la vida, encontrándote con las lecciones positivas acerca de la existencia y de cuanto hay en ellas… especialmente para ti.
Una actitud mental positiva, te hace un ser humano maravilloso; mejora la relación contigo mismo y con los demás; viene de la mano de la salud; es el punto de partida de la abundancia de bienes y de dones, que te conducen a modificar tus sentimientos y acciones, cambiando tu vida, atrayendo a ti lo mejor.
Una actitud mental positiva tiene la virtud de reencontrarte con la esencia de la vida: la salud, el amor y la felicidad; te lleva a ver el rico colorido del universo, desde un punto de vista más positivo, eliminando la angustia y la depresión, acrecentando tu tono de ánimo, llevándote a aumentar tu autoestima, a creer en ti mismo, a reducir el estrés y gozar el presente con amor, a mejorar tu rica imaginería, a ser más creativo y reencontrarte con tu Divinidad Interior.
Una actitud mental positiva, es un proceso espiritual-emocional profundo, que engrandece tus sueños, te lleva a alcanzar tus metas, a enfocarte en las cosas buenas, a atraer más cosas positivas a ti, a fluir con el universo y celebrar la fiesta de la vida.
Con tu actitud positiva, te liberas de los límites que los paradigmas de tu infancia te imponen, te reencuentras con la felicidad, llegas a los entresijos de tu ser, para conocer los secretos de tu existencia, para mejorarla, logrando que sea tan plena de amor, como abundante en prosperidad y sana alegría.
Una actitud mental positiva, de acuerdo al humor del mexicano, en voz del Filósofo te recuerda que:
“Escuchar a tu vieja, es como leer las condiciones de un préstamo en el banco:
no entiendes ni madres… ¡PERO ACEPTAS TODO!”