No hay plazo que no se cumpla. Después de un periodo lleno de controversia –el realizador fue acusado de plagio por su película-, finalmente, Guillermo del Toro se alzó con los dos premios más importantes que otorga la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas de Hollywood, es decir, el de mejor director y el de mejor película.
No quiero presumir, ni quiero que se me tome por nigromante, pero yo aquí dije hace como dos meses que ‘La forma del agua’ era una gran película que confirmaba a del Toro como un gran director, un realizador con mucho oficio, con una imaginación propia para crear en esa gran fábrica de sueños que es la Meca del Cine. No obstante, sin demerito de esta bella cinta ganadora del Oscar a la Mejor Película de esta última edición, la nonagésima entrega de los premios de la Academia, sigo pensando que la obra cumbre del jalisciense es ‘El laberinto del fauno’. No obstante, la fantasía de del Toro se alzó como la mejor por encima de otras grandiosas producciones, quitando a la del mexicano, cualquiera que hubiera ganado el Oscar hubiera sido más que merecido.
La verdad es que había muchas películas en esta edición 90 de los premios Oscar que fácilmente se hubieran hecho merecedoras al premio de la academia, pero qué bueno que, finalmente, Guillermo del Toro se alzó con ambos premios, lo que le otorga mayor mérito sobre todo si se considera que Hollywood es un mercado muy competido, en donde solo los mejores triunfan.
El querido ‘gordo’ es otro mexicano más que la rompe en la poderosa industria del cine a nivel mundial, lo que no es cualquier cosa. Un servidor que es asiduo de esta premiación desde hace como cincuenta años, por lo menos, no recuerda un caso similar al que se ha dado con los tres realizadores mexicanos que han ganado premiados por la Academia a la mejor dirección en el lapso de los últimos cinco años. Es la cuarta vez que un director mexicano lo consigue en ese lapso, y del Toro lo logra tras sus (nuestros) dos compatriotas que lo hicieron en 2014, 2015 y 2016 con ‘Gravity’, ‘Birdman’ y ‘El renacido’. Hazaña poco frecuente en otras escuelas cinematografías mundiales.
Y un dato duro e irrefutable como para darse un quemón de lo que esto significa. En total, las películas de estos tres grandes mexicanos suman 25 estatuillas logradas en cinco años, cosa que se dice fácil, pero que de ninguna manera lo es. A ese trío de mosqueteros habría que agregar al Chivo Lubezki, que lo ganó en tres ocasiones de manera consecutiva. Pero decía yo que solo conozco un caso que se puede equiparar al de estos compatriotas, y me refiero a los cineastas italianos que la rompieron en el cine hollywoodense en los años 60 y 70, me refiero a los Victorio de Sica, Federico Fellini, Luchino Visconti y Michelangelo Antonioni, sin olvidar a otros que triunfaron más recientemente como Sergio Leone, Bernardo Bertolucci y Ettore Scola.
Además, a la par de la irrupción de estos grandes realizadores en Hollywood, se dio también la de actores y actrices como Sofía Loren, Marcelo Mastroiani, Gina Lollobrigida, Stefania Sandrelli y Claudia Cardinale. No estoy demeritando a los nuestros, pero desde estos italianos no había habido tal dominancia como la que se está dando con los mexicanos. Y como para acabarla de amolar, ‘Coco’, la gran cinta de animación de los estudios Pixar-Disney también se llevó el premio en la categoría y por la mejor canción.
¡Carajo, más mexicanos de estos quisiéramos para nuestro país, yo estoy muy orgulloso de ellos!
gama_300@nullhotmail.com @marcogonzalezga