En la Cámara de Diputados, las bancadas del Partido Acción Nacional (PAN), del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y del Partido de la Revolución Democrática (PRD), coincidieron en lo general, con la sugerencia hecha por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), para que en México se implemente una segunda generación de reformas estructurales.
En lo particular, el coordinador panista Marko Cortés, consideró que es preciso fortalecer la implementación de los cambios legales aprobados, el problema es que buenas reformas quedaron en las “malas manos” del Gobierno Federal.
“Lamentablemente pusimos muy buenas reformas en pésimas manos, en manos incapaces de implementarlas de forma correcta. Tiene razón Ángel Gurría. Pero hoy lo que más recurrimos es la correcta implementación respecto de lo ya aprobado para que de esa forma podamos entrar en una etapa de mejoras de lo aprobado en su momento de cualquier ley secundaria que potencialice las mismas reformas”, dijo Cortés Mendoza.
Por su parte, el vicecoordinador del PRI, Armando Luna, manifestó que el país tiene suficientes propuestas en esa materia y también tiene claridad respecto a cómo reforzar la aplicación de los cambios estructurales.
De modo que, si llega a requerir apoyo de organismos internacionales, en su momento se solicitará, dijo.
“Tenemos suficientes propuestas en el país, ellos tienen una perspectiva desde el punto de vista internacional, y muchas de ellas han sido muy útiles en la guía de procesos de transformación aquí en el país. Creo que tenemos suficientemente claro nuestros problemas y las rutas de trabajo, y en el momento en que se tomen decisiones y necesitemos el apoyo de algunas instancias, seguramente los buscaremos”, atajó Luna Canales.
El vicecoordinador del Sol Azteca en San Lázaro, Jesús Zambrano, fue mucho más claro al señalar que para la izquierda, las “recetas” o dictados del exterior sobre lo que debe hacer el país son inaceptables.
Las sugerencias son aceptables y si son útiles “se vale” adoptarlas, pero ninguna instancia internacional, por más renombre que tenga, puede dictar deberes a las naciones.
“No hay que aceptar recetas ni dictados de nadie del exterior, solo de lo que decida la gente, la sociedad, los votantes el primero de julio. De ahí tendrá que venir el mandato de lo que se tendrá que hacer Se vale que hagan propuestas, sugerencias. Se vale en un mundo globalizado; no autárquico, no cerrado, pero no hay que temarlos más que como eso, propuestas”, dijo Zambrano
