¡No me reelegiré!
¡Híjoles, híjoles… híjoles! ¡Qué miedo!
El pasado 7 del presente, durante su participación en la Real Estate Show, organizado por la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI), Andrés Manuel López Obrador tuvo una participación un tanto vacilante.
Por un lado garantizó total certidumbre para la inversión nacional y extranjera en caso de llegar a la Presidencia de la República, pero, por el otro, declaró algo que ni venía al caso siquiera traerlo a colación.
“No vamos a perder tiempo, no se puede perder el impulso, son nada más seis años, yo no me voy a reelegir y tenemos que hacer que nos rinda ese tiempo; vamos hacer doce años en seis, porque no vamos a trabajar ocho horas diarias, vamos a trabajar dieciséis horas diarias para que en seis años saquemos a México del atolladero en que lo han metido”.
En este país cualquiera sabe que el precepto «Sufragio efectivo, no reelección» está más vigente que nunca. El período constitucional de la presidencia de la República es de seis años y sanseacabó. No hay manera de acortarlo ni de alargarlo. Eso es algo intocable, así está y así se queda.
Así que Andrés Manuel trayendo al tapete de las discusiones algo que ni al caso venía como «No me reelegiré», ni como chacoteando como tanto le gusta al poco serio tabasqueño, equivale a como si invitas a alguien a tu casa y, de entrada te dice: «No te preocupes, no te voy a violar ni matar», ¡híjoles, híjoles… híjoles!, cuando alguien te dice algo así, lo primero que piensas es que te va a violar y matar.
Explicación no pedida, acusación manifiesta.
Ayer, el columnista de Milenio diario, Román Revueltas Retes (‘El pueblo será el que exigirá la reelección de Obrador’), suelta una pregunta cargada de toda la malicia después de unos supuestos resultado de una “gestión exitosa” que va a echar abajo todas la reformas estructurales de Peña Nieto, y después de devolver el petróleo mexicano al control del pueblo bueno y de generalizar para todo el magisterio las ‘justas demandas sociales de la CNTE’: ¿Vamos a limitar sus quehaceres al consabido período de seis años y le vamos, en consecuencia, a negar la posibilidad de hacer el bien durante más tiempo?
Y se contesta Román diciendo, ¡advirtiendo!, en pocas palabras que Andrés Manuel va a desmontar los mecanismos institucionales del país, que las va a mandar al diablo, adelanta el columnista: “Ni el Poder Legislativo ni el Judicial podrán seguir oponiéndose a las iniciativas presidenciales que buscan (buscarán) el beneficio de los mexicanos; los candados al gasto público impuestos por el Banco Central deberán de ser igualmente eliminados para implementar libremente acciones de política social”, y ¿qué alternativas opondrá AMLO a esos mecanismos institucionales?, según el columnista, pues al referéndum y al plebiscito como instrumentos para gobernar con la “voluntad popular”.
Sin duda está especulando el buen Román, pero no hay que descartar ese tipo de política si Andrés Manuel triunfa en julio. Yo confío en la fuerza de las instituciones mexicanas, empezando por la Constitución de la República, pero…
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