REALMENTE, lo que Luis Donaldo Colosio Murrieta, vio en su momento, lo siguen viendo todos los mexicanos en la actualidad.

México, desde los tiempos de Colosio, no ha cambiado mucho, salvo en los avances tecnológicos que corresponden, eso sí, a todo el mundo y que les está tocando a las nuevas generaciones, pero después de todo esto, el país sigue sumido en la falta de oportunidades, en la falta de empleo, en la crisis económica y de inseguridad, que en aquél entonces, ya era evidente, aunque no con la dimensión que ahora se conoce.

Luis Donaldo Colosio, no decía nada que fuera extraño para todos los habitantes de este pueblo, pues la pobreza y la poca atención de los gobiernos daban origen a todas estas demandas.

Los campesinos, por ejemplo, los vemos en las mismas condiciones o quizá peor, porque nadie se ha acordado bien de ellos, muy a pesar de que fueron los protagonistas más destacados de la lucha armada, durante la independencia de México y posteriormente en otros movimientos sociales más, como puede considerarse la misma revolución mexicana.

El pueblo en general, sí estaba demandando, en tiempos de Colosio, mayor preocupación de los gobiernos y eso lo hizo notar el entonces candidato a la Presidencia de la República, quien a pesar de que buscaba esta posición a través del Partido Revolucionario Institucional, no tuvo miedo al señalar que no se había hecho lo suficiente para lograr la estabilidad de la nación, entendiendo que los gobiernos eran, en su mayoría, emanados del PRI.

Colosio, fue crítico contundente de las condiciones en que México, se desenvolvía y por eso proponía, más que nada, nuevos proyectos y programas de gobierno que lograran detener, sobre todo, la pobreza, la escandalosa pobreza que él mismo veía y que sabía de su existencia a todo lo largo y ancho del país.

Colosio, hubiera sido un gran Presidente de la República, si las fuerzas política extrañas, lo hubieran dejado, pues aunque para ese entonces la competencia política ya era presente y él mismo, como candidato, lo sabía perfectamente bien, todavía las condiciones políticas le garantizaban a su partido, el triunfo electoral contundente, inobjetable, por lo que a pesar de la competencia política de la que hablaba, era ya una realidad, con su sola presencia pudo haber llegado a ser Presidente, como lo fue Ernesto Zedillo, avalado, todavía, por la figura del político sonorense.

Colosio, sí vio la pobreza y reprochó que no se hubiera hecho nada por combatirla, como ahora se sigue haciendo, aún cuando ya existen programas sociales avanzados, pero que no cumplen con todas las expectativas que requiere el país, pues hay que considerar que se concretan, pero que todavía obedecen a intereses políticos, tal y como lo estamos viendo en este momento.

Luis Donaldo Colosio, veía la pobreza, y deseaba combatirla, tanto que durante el tiempo que estuvo en la Secretaría de Desarrollo Social, es como se comenzaron a poner en acción todos esos programas que ahora se aplican, pero que no tienen todavía el éxito, que quizá, el mismo Colosio, quería que se dieran.

Colosio, fue un revolucionario de su tiempo. Tenía ideas avanzadas que planteaba como una consecuencia de la misma revolución mexicana, pues para eso se habían levantado las insurrecciones, para buscar mejores condiciones de vida para los millones de mexicanos que existían en ese momento.

La pobreza y la inseguridad, siguen lacerando al pueblo de México, pues los índices de pobreza, han avanzado significativamente y con el tiempo se han incrementado los números en este sentido, al grado de que ahora, hay más pobres que se desenvuelven en todo el territorio nacional, una verdad que el mismo político mexicano, observaba en su tiempo y que ahora, lamentablemente, se han multiplicado y hay más pobres que sumar cada día y en cada evaluación que se hace.

Colosio, aún con su muerte, dio lecciones de política, de servicio público para beneficiar a los demás y con la esperanza de que un día, este país, que fue suyo y que lo sigue siendo, dejara atrás estas condiciones y se dieran los avances necesarios para hacerlo más feliz. Eso quería, entre otras muchas cosas, el político de todos los tiempos al que no ha logrado nadie, superar.

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UN DÍA, VEINTRES DE MARZO, de hace veinticuatro años, muere uno de los mejores políticos que ha tenido México, en los últimos tiempos.

Sus ideales, como servidor público, como candidato a la Presidencia de la República, Luis Donaldo Colosio Murrieta, dividió el tiempo políticos en dos partes de manera muy significativa. Después de su asesinato, México, ya no fue el mismo y en la actualidad, se sigue recordando este hecho, como algo imborrable en la mente de todos los mexicanos.

Fue un hombre querido, la gente lo seguía por todas partes y se había convertido, él sí, en la esperanza de todo un pueblo que clamaba justicia por todas partes, que quería un cambio rotundo en el gobierno, pero no de partido político, pues para ese tiempo, los personajes eran los únicos culpables de su actuación y no las siglas, como ahora, unos cuantos, han querido hacer del PRI, para que la gente lo aborrezca.

Dentro de las filas tricolores, Colosio, fue crítico contundente, como ya lo hemos señalado y quizá, como se ha especulado en todos estos años, su pensamiento y acción, fueron parte de la decisión que personajes de lo oscuro, tomaron para asesinarlo y sacarlo, propiamente, de la posibilidad de que llegara a ser el Presidente de la República, y optara por la transformación que al parecer, no convenía a los intereses políticos y económicos de su tiempo.

Hoy, más que nunca, se le rinde el homenaje póstumo, más cuando sus ideales siguen siendo vigentes y su visión política que sigue siendo la que ve los mismos problemas de aquél entonces.

México, le recuerda y le recuerda bien, porque en la actualidad, el país sigue experimentando los mismos problemas del tiempo en que vivió y que no se han logrado resolver, sobre todo, en materia de pobreza que sigue manteniendo al país en el retraso que el mismo Colosio, advertía.

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PEPE YUNES, SIMILITUD de pensamiento y acción que tuvo Luis Donaldo Colosio, al ver, también, en Veracruz, los problemas de pobreza, inseguridad, hambre y falta de oportunidades.

Pepe, mueve a Veracruz, con el mismo pensamiento de Colosio, con las mismas palabras que utilizó el político sonorense para advertir los graves peligros que padece en estos tiempos, la entidad veracruzana.

Pepe, trae las mismas preocupaciones de Colosio, y consecuentemente, las mismas intenciones de llegar a resolver, siempre y cuando el voto popular le garantice llegar al gobierno del Estado.

Pepe, al igual que Colosio, asume su propio compromiso con el pueblo veracruzano y desde ahora, responde por sí mismo y por todos los habitantes de esta entidad, que ya quieren paz, tranquilidad, empleo, desarrollo para vivir más dignamente. Salir de este marasmo político, de este controvertido episodio gubernamental y de esta intranquilidad social que lastima a todos.

Pepe, ¿El nuevo Colosio de Veracruz? .

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Y EL LUNES AQUÍ nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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