Jesse Hughes, el cantante del grupo Eagles of Death Metal, que tocaba durante el ataque yihadista de 2015 en París, calificó de “patética” la multitudinaria movilización del fin de semana en Estados Unidos por mayores controles a las armas de fuego.
Asiduo a la polémica, Hughes acusó además de traición a una de las principales promotoras de la movilización, la joven Emma González, una de las sobrevivientes del tiroteo en una escuela en Parkland (Florida) el mes pasado.
El ataque reimpulsó el polémico debate sobre el control de armas, con cientos de miles de personas marchando el sábado en todo el país en lo que se consideró la mayor movilización en dos décadas.
En varias publicaciones en Instagram, que borró poco después, Hughes acusó a los sobrevivientes de Parkland de tomar «varios días de escuela para evadir clases a costas de la sangre de 16 de sus compañeros».
Fueron 14 los estudiantes muertos en la masacre de Parkland, los otros tres eran adultos, empleados de la institución.
«Como sobreviviente de un tiroteo masivo les puedo decir de primera mano que protestando y perdiendo clases insulta la memoria de quienes fueron asesinados, y sus acciones me insultan, a mi y a todos los amantes de la libertad», escribió.
También compartió el fotomontaje de González -en el que aparece rompiendo la Constitución de Estados Unidos- refiriéndose a ella como «el asqueroso rostro de la traición» y una “sobreviviente de nada”.
Hughes, un roquero derechista, un férreo seguidor del presidente Donald Trump, también calificó las manifestaciones como acciones de «una juventud equivocada y comunistas maléficos».
El agente del cantante no respondió aún a los llamados de la AFP.
Varios fanáticos llamaron en redes sociales a boicotear su música.
Eagles of Death Metal se presentaba en el Bataclan de París el 15 de noviembre de 2015, cuando ataques yihadistas, que incluyeron al estadio nacional de fútbol, bares, restaurantes, dejaron 130 muertos.
Solo en la sala de conciertos murieron 90.
Sobre ese hecho, Hughes llegó a insinuar que el atentado pudo haber sido preparado desde el interior de la sala de conciertos, con la ayuda de los guardias, y que en el momento del ataque había musulmanes celebrando en la calle.
El establecimiento lo vetó por estas declaraciones y varios festivales franceses cancelaron participaciones ya programadas.