Por sus spots los conoceréis. AMLO ni siquiera se preocupa para hacer campaña para si mismo, sino que mejor pide el voto para sus candidatos a diputados y senadores, como para que le vayan armando una cómoda mayoría legislativa. Ricardo Anaya en su primer spot se centra en marcar sus difrencias con AMLO. Por su parte, José Antonio Meade tiene que hacer mea culpa por los pecados de otros al dedicar sus primeros spots a criticar la corupción… ¡de los priistas! Eso comentan en «Templo Mayor» de Reforma.