*De José Martí: “Honrar, honra”. Camelot
MAL DOMINGO
Fue un mal domingo. En el penal de Amatlán ocurrieron los lamentables y dolorosos sucesos de un amotinamiento, donde cayeron atrapados y asfixiados por el humo de la quema de unos colchones, policías en el cumplimiento de su deber, en una emboscada de los malos, en la cual dos de esos policías eran de Orizaba. Que descansen en paz y el pésame de toda la ciudadanía a sus familias. Un mal domingo, tan bien que cerrábamos la Semana Santa promoviendo el turismo que llegó a nuestro estado. Es la clara señal de que la delincuencia sigue muy viva, aún dentro de los penales, porque en los casos de motines, normalmente caen los malos. No los buenos, no los de la ley. Ayer mismo, en la explanada del Palacio Municipal orizabeño, ante las autoridades y compañeros policías y familiares de los heroicos policías caídos y la Bandera Nacional a media asta, con el secretario de Seguridad Pública, Jaime Téllez Marié, le rindieron homenaje de cuerpo presente. Que descansen en paz.
VIENEN LOS DEBATES
Meade reta a Andrés Manuel López Obrador a un debate. Anaya y Margarita de Calderón dicen que le entran. Se quedarán esperando, el hombre que lidera las encuestas y que es el gran favorito para hacerse con la presidencia de la República, les mandó decir desde endenantes que para qué tantos brincos estando el suelo tan parejo. No va a debatir más que los tres debates que el INE pactó con los candidatos. Ni uno más, si quieren más que lo vean en la tele, con sus comerciales políticos que todos los días suelta, a mañana tarde y noche y que nos aburrirán los de todos ellos, por estos 90 días que seremos sometidos a fuego visual amigo y enemigo de las campañas. Anaya tuvo una reacción mexicanísima, le dijo al gobierno federal que se ponga las pilas a defenderse de los ataques de Trump, que amenaza con cancelar el TLC. Nosotros les mandamos la mota, pero ellos nos mandan las armas, donde mueren los policías y gente inocente. O sea, que ahí vamos. Luis Videgaray respondió en la cuenta de la SRE y le fue como en feria. Los tuiteros lo pusieron pinto, le recordaron que fue él quien trajo a Trump, la vez que nos leyó la cartilla y nos puso el Muro en la jeta. El discurso de López Obrador en la Frontera (a mí me gusta mucho estar en la frontera), un moreno de Morena me escribió que el discurso del Ruso asemejaba a un discurso de Jefe de Estado. Al pie de Juárez, en esa ciudad llamada así, Ciudad Juárez, ante el busto del presidente que gobernó itinerantemente en una carreta en la frontera y dónde podía huir, AMLO se comprometió a sacudir al país y terminar con la lacerante corrupción y cancelar el Aeropuerto Nuevo. Y ver a los de Odebrecht. Ufff.
DE LOS PINOS A PALACIO NACIONAL
Se siente presidente y solo le falta que lleguen los votos, que la banda presidencial se le ponga cruzada al pecho y se vaya a vivir a Palacio Nacional, entre los afamados murales de Diego Rivera, pues amenaza que allí pernoctará, le busca a Los Pinos qué hacer con ese sitio. Y anda en concurso para que aporten ideas. O Guardería para niños o bibliotecas, o algo así, nada de antro-bar-calderonista. Cuando se desocupen Los Pinos, allí quedará una gran historia desde que el Tata Lázaro Cárdenas se fue a vivir con la compañera, Amalia Solórzano. Voy a Wikipedia: “El periodo presidencial de Lázaro Cárdenas inició el 1 de diciembre de 1934. El mismo día, después de la ceremonia de toma de posesión, declaró que no deseaba vivir en el Castillo de Chapultepec, pues le parecía muy ostentoso y deseaba que todos los mexicanos lo pudieran visitar, por lo que eligió para vivir el rancho «La Hormiga», debido a que estaba en pleno bosque de Chapultepec y a él le gustaba estar en contacto con la naturaleza. El nombre de «La Hormiga» no le pareció adecuado para la casa del presidente por lo que se lo cambió por el de «Los Pinos», en recuerdo al nombre de la huerta donde se enamoró de su esposa, Amalia Solórzano, en Tacámbaro, Michoacán”. Lo que no le han dicho al Rusojovicht, es que en Palacio Nacional por las noches espantan, crujen las maderas, se oyen pisadas de ultratumba y no son del secretario de Hacienda, al que lo trae Trump de cabeza, no se sabe si sea el espíritu benigno de Frida Kahlo, porque maligno no debe ser, o el mismo gordo panzón (así le llamaba Frida), Diego Rivera, haciendo sus diabluras y muinas cerca de los murales.
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