*Como buen lector de Maquiavelo, él siempre pensó que no hay que atacar al poder si no tienes la seguridad de destruirlo. Camelot.

EN LUNES COMIENZA LA SEMANA

Otra vez lunes, menos mal que el día siguiente a pasado mañana ya es la víspera del viernes, dice un refrán de los lunes. Parto lunes por la mañana a Veracruz. Hay calor y, cosa increíble, por primera vez desde hace unos cuatro años crucé la mugre y horrible autopista de Capufe sin sobresaltos. Nada, parecía que los ingenieros y la compañía constructora habían abandonado la plaza y la autopista estaba como se hacía el tiempo de endenantes, decía Minga. Una hora y 20 minutos, el tiempo normal del pasado en comparación con, a veces, tres o cuatro horas que te haces por recorrer el tramo Veracruz-Córdoba. Algo para Ripley. Algo les pasó a estos inútiles que la ida estuvo de primera, y el regreso por ahí, igual. La mala planeación de la autopista los ha llevado a que la gente ya no los aguante. En fin, hay que jalar aire y contar hasta 80 millones, porque creo que les falta un par de años más para poder terminar los pinchurrientos 90 kilómetros. Hubieran (Ah los hubiera) contratado a cuatro compañías y darle a cada una 20 kilómetros y en año y medio la terminarían, pero los presuntos cochupos y las comisiones a Gerardo Ruiz Esparza, deben espantar.

EL AEROPUERTO DEL PEJE

Como espanta a Andrés Manuel López Obrador ese Nuevo Aeropuerto Internacional Ciudad de México (NAICM), que por la mañana del mismo lunes en su twiter, copiado por los diarios nacionales, expuso en muñequitos y caricaturas y comics sus razones para suspender esa obra, llena de corrupción, asegura. Las caricaturas, como aquella vieja canción de las caricaturas me hacen llorar, explican paso a paso y con chistes y chascarrillos, por qué no hacerlo ahí, en Texcoco, las pistas, los cochupos, las comisiones y le asesta a Ruiz Esparza, el secretario del socavón, un anuncio de su ‘Socavión’, tremenda caricatura que mueren de risa quienes la ven. Un poco más tarde de ese lunes, el poderoso rico Mac Carlos Slim brincó a la palestra y ponderó el por qué hacerlo ahí, donde en Texcoco hay agua abajo, según el Ruso, y eso se va a ir hundiendo. No fue lejos por la respuesta, Andrés Manuel le dijo públicamente que, primero, se lo habían mandado Salinas y Peña y, segundo, si estaba muy urgido y preocupado que lo hiciera con su dinero, y también le recordó que su yerno tiene gran parte de ese pastel y él también, al ser un constructor favorecido del mismo aeropuerto. Lo que es un hecho es que cada que AMLO brinca con algo en contra de este gobierno y su presunta corrupción, sus bonos suben, la gente quiere un cambio, no importa de qué tipo, quiere un cambio, y el candidato de Morena sabe que cosecha la gran irritación social que existe contra el gobierno de Peña y su Gabinete. En fin, a mi entender creo que los acalambra, si gana, cuando se siente en la silla presidencial, seguro sopesará las evaluaciones de gente clasificada en ellos, en el volar y volar como El Principito:

“Si yo le diera a un general la orden de volar de flor en flor como una mariposa, o de escribir una tragedia, o de transformarse en ave marina y el general no ejecutase la orden recibida ¿de quién sería la culpa, mía o de él?

La culpa seria de usted- le dijo el Principito con firmeza.

Exactamente. Solo hay que pedir a cada uno, lo que cada uno puede dar –continuó el rey. La autoridad se apoya antes que nada en la razón”.

De allí sus enredos.

COMIDA DEL AKELARE Y WHATSAPP DE AMADEO

Comí de pisa y corre con unos amigos en un restaurante veracruzano que no conocía. El Akelare, de Tuero Molina y Flores Magón (La palabra Aquelarre significa una reunión de brujas y brujos, quizá por eso ahí caímos de sorpresa). Sucede que la flota de Xalapa, convocados por el Magistrado que fue presidente y ya no lo es, Alberto Sosa Hernández, mandó a cocinar un lechón, un Babe puerquito valiente, que lo cocinaron bien sabroso y su cuerito estaba a tiempo. El lechoncito tenía cara de mirarnos como: estos canijos me van a tragar. Grupo de Xalapa: Sosa Hernández; periodistas como Orlando García, dueño de Veranews, choleño, paisano de Yunes Linares, creo que jugaban a las canicas de chicos. Gustavo Cadena Mathey, Melitón Morales, Rubén Darío Mendiola, que tiró una décima corta, a petición de la sala de chupamaros, Jesús Corichi, el Messi de las relaciones públicas en Xalapa, quien aseguró allí mismo, en torno no de una mesa de cantina, que próximamente se trae a Porfirio Muñoz Ledo, a una plática de cuates. José Luis Rico, el amigo que no es rico y, por Veracruz, representaba los colores de esa patria, Sergio Flores Armida (Patuleco), exalcalde antes del diluvio, de Boca del Río, hermano de Roque, no hace mucho fallecido, un amigo que se le extraña y, además, Patuleco es tío de Felipe Amadeo Flores Espinosa, el dueño de Vía Veracruzana quien me dijo vía un WhatsApp, que ellos apoyan a gente, y no a partidos, pero la línea de apoyar a Chikiyunes (Miguel Ángel Yunes Márquez) está muy clara y definida, no hay vuelta de hoja. Sergio entregó unas copias de su libro, “Minucias de una memoria”, que ya había presentado en Xalapa ante los medios. Prometo leerlo. Unas dos horas después, ya en los postres, llegó Daga Vidal, el jarocho notiveriano, a alegrar un poco el rato, se fue rápido porque llevaba control, pero pasamos una buena tarde entre amigos, éntre los chistes y las cosas mundanas y de la política, que quién ahora no hable de política, en estos tiempos que son de elecciones, pues como que es un fantasma en la noche de trasluz.

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