El Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) aprobó el acuerdo relativo a las solicitudes de sustitución de candidaturas al Senado de la República y Cámara de Diputados, presentadas por los partidos políticos nacionales y coaliciones.
En sesión extraordinaria, se precisó que los cambios aprobados son de aspirantes a ambas cámaras del poder legislativo federal, tanto por la vía plurinominal como por quienes serán elegidos directamente mediante el voto.
El debate y análisis para aprobar este acuerdo se centró en respetar el acuerdo y los criterios de equidad de género en estos puestos, con el fin de evitar disminuir el número de candidatas en estos puestos de elección popular, pero sobre todo que no sean puestas en Distritos Electorales donde no tienen muchas posibilidades de ganar.
Sobre este punto, la consejera Dania Paola Ravel expuso que fue afortunado el criterio que se aprobó en esta sesión del Consejo General del INE, porque es consistente con la distribución de género que se aprobó en un acuerdo anterior, el pasado 29 de marzo.
Aseguró que se trata de una acción afirmativa el que no se permita postular a “más mujeres en los distritos perdedores, para respetar que no exista un sesgo que generalmente es en perjuicio de las mujeres en los distritos menos competitivos” para ellas.
Por su parte, el consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello, hizo incapié en la intencionalidad racional de la decisión tomada en este tema, que se refiere a que haya más candidatas mujeres en mejores espacios en términos de condiciones de la competencia.
“La finalidad no es que haya más mujeres porque haya más”, subrayó al señalar la importancia de que los partidos políticos asuman la idea de maximizar la participación política de las mujeres, pero con el criterio de que sean más en los espacios de decisión pública.
Finalmente, el consejero Benito Nacif señaló que el acuerdo cumple con el criterio descrito y proporciona el equilibrio necesario.
Festejó que el punto de acuerdo aprobado tenga esta doble visión, de que haya más aspirantes a puestos de representación popular del sexo femenio, al tiempo de cuidar que su representación también sea paritaria en posiciones de decisión, y no como sucedía anteriormente.
