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El Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel sigue hasta hoy impedido de visitar al expresidente y ahora preso político Luiz Inácio Lula da Silva, ante la negativa de la jueza Carolina Lebbos.

Vamos a tener que esperar hasta mañana (cuando viajará de regreso a Argentina) para ver si sale la autorización, comentó el activista por los derechos humanos poco después de abandona de la Superintendencia de la Policía Federal (PF) en Curitiba, adonde intentó en vano conseguir que le permitieran encontrarse con Lula.

La jueza Lebbos negó ayer la autorización para que el presidente del Servicio Paz y Justicia (Serpaj) de Argentina inspeccionara las condiciones en que cumple condena el exdignatario, pero no apreció todavía una solicitud anterior en la cual Pérez Esquivel solicitaba realizar una visita personal, de carácter amistoso.

Es preocupante esa conducta (de la togada), porque Pérez Esquivel es apenas la primera de muchas visitas internacionales que deberá recibir el ex presidente Lula, como estadista, manifestó la abogada Tania Mandarino, quien presta apoyo jurídico al argentino durante su estancia en Brasil.

Según Mandarino, la actitud de Lebbos tiene además un carácter perverso, por la avanzada edad del Nobel (87 años) y del teólogo de la liberación brasileño Leonardo Boff (79), quien lo acompañó hoy en la gestión ante la Superintendencia de la PF para realizar una visita humanitaria y religiosa al exmandatario.

En opinión de la abogada, la jueza incurrió también en un “absurdo de los absurdos”, al procesar primero la solicitud de inspección, que fue la última presentada, y no la de una visita de carácter personal, requerida con anterioridad.

Ella solo respondió sádicamente los embargos y no comentó sobre el pedido de visitas. Dijo que no hay urgencia y, resumiendo, que es “problema de Esquivel si él está solo de pasada” por Curitiba, deploró Mandarino, citada por la Red Brasil Actual.

Por su parte, Boff señaló que como viejo amigo de Lula venía a verlo en una misión espiritual. “¿Como una ley divina puede ser negada por una jueza terrena?”, provocó.

El Brasil actual es una nave sin rumbo y Lula es el único que, a los ojos del pueblo, brilla con el poder de revertir las inequidades cometidas por el Gobierno (de Michel) Temer, manifestó.

Promotor de una campaña para indicar a Lula como Premio Nobel de la Paz, al solicitar autorización para inspeccionar las condiciones de la prisión, Pérez Esquivel señaló que su condición de presidente de un Organismo de Tutela Internacional de los Derechos Humanos y de Nobel de la Paz lo faculta para una acción de ese tipo.

Las inspecciones como ésta tienen amparo en las llamadas Reglas de Mandela y en la Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de Presos, indicaron especialistas