*De Hubbard: “No se tome la vida demasiado en serio; nunca saldrá usted vivo de ella. Camelot

EL CHIKIYUNES EN LAS ALTAS MONTAÑAS

En una gira de un par de días, el candidato del PAN/PRD/MC, llega a esta zona de las altas montañas, donde lo recibe un clima frio, pero una militancia panista y perredista y dantista naranja, alegres y motivados porque aquí va a encontrar el apoyo de los militantes, de los que votan el día que hay que votar, de los que suman y suman, como los peces en el río. Viene del calor de Boca del Río al fresco tendiendo a frio de Orizaba, y sus altas montañas. Al mediodía, me informa mi corresponsal, Emilio, llegó a Oristereo de la familia Peláez, allí se le escuchó en entrevista de radio en el 99.3 FM. Quien luce contento es el candidato a diputado federal, Hugo Chahín Maluli, lo estrena en esta zona con él como candidato a diputado federal y, si se deja, lo va a trepar al Teleférico, que el mismo construyó cuando fue alcalde de Orizaba, en el tiempo del Emirato, cuando muchos andaban ensabanados como los iraquíes, pero sin violencia, solo las burkas. Va a estar Miguel Ángel Yunes Márquez, en Palmira, en la zona del norte de viviendas populares, allí habrá una comida en las canchas de Palmira, con la gente, con el pueblo que lo ve caminar, estrechando las manos y mirándoles a los ojos. Por la noche en El Sora, cenará con empresarios del CCE.

CAMBIO DELEGADO SEV (ENRIQUE PEREZ)

Lo que corrió como un rumor y publicado en diarios locales, se desvaneció rápido. El delegado de la SEV en Orizaba, Hugo Solano García, fue ratificado ayer mismo en Xalapa por el Secretario de Educación de Veracruz, Enrique Pérez Rodríguez. Hugo, profesor y exdirector de la Técnica número 4, está desarrollando un buen trabajo, de eficiencia. Desde que llegó, hace unos meses, está al pendiente de que ningún conflicto aterrice en esta Delegación, que cubre muchísimos municipios (16) y tiene 156 mil 785 alumnos y 8 mil 756 maestros. Es una buena ratificación, ordenada por quien paga y manda en Veracruz.

TERCER GRADO (PEPE MEADE)

Debo decir la verdad, cuando pasaba media hora de Tercer Grado, con los picudos entrevistadores, menos Denisse, que está malita, y sometían a fuego amigo y bonito a Pepe Meade Kuribreña, ¿Qué creen? Me dormí. La fiaca se apoderó de mi pues mi coco mandó señales de, oye vete a dormir, esto está muy aburrido. Y fui a hojear el libro de Manuel Vicent. No tendrá Tercer Grado ya más la audiencia del primero, el del Ruso. Quizá un poco Ricardo Anaya, pero cuando venga El Bronco y la señora de Calderón, seguro me tiro una película de Netflix. Cuando la aburrición me llegó, me fui a terminar el libro de Manuel Vicent, que releo por segunda vez, ‘El Azar de la mujer rubia’, unas páginas de aquella España del tiempo de la transición, con Adolfo Suárez y Santiago Carrillo y la bella Carmen Diez de Rivera, bellísima mujer, eurodiputada llamada la Musa de la Transición, una tragedia de vida porque se enamoró de un medio hermano, sin ella saberlo y, cuando a casarse iban, una tía le tuvo que revelar la verdad. Ella y el novio eran hijos del padre de él y la madre de ella. Un secreto bien guardado entre la marquesa de Llanzol y Ramón Serrano Súñer, ‘cuñadísimo de Franco’, ministro de Asuntos Exteriores del gobierno y arquitecto del Movimiento Nacional. Una vida de sufrimiento. Hay otro bello libro hecho serie de TV: ‘Lo que escondían sus ojos’. Bellísimo, escrito por Nieves Herrero. Esa historia de amor truncada que le cambió la vida a Carmen. Al saberlo, se refugió en un convento y reapareció con Adolfo Suárez en la Radiotelevisión española, luego le acompañó como directora del Gabinete de la Presidencia de España, cuando Suárez fue nombrado Jefe de Gobierno por el rey Juan Carlos. La amaban muchos. El columnista Francisco Umbral, y Tierno Galván llegó a decir: “Carmen Díez de Rivera tenía entonces gran notoriedad política e incluso un cierto halo novelesco en torno a su persona. Nosotros nos dimos cuenta de que estábamos ante una persona inteligente, tan cultivada como refinada, que poseía gran espíritu crítico y sobre todo una enorme independencia”. Murió de cáncer de mama, a los 57 años, agobiada por aquel incidente.

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