Metro y medio es la distancia del piso a lo más alto de su cabellera, que en sus inicios fue utilizado como un elemento que hacía reír a la concurrencia en las carpas y pequeños teatros de la ciudad de México Joaquín García conocido con el mote de “Borolas”.

En sus primeras actuaciones lo ponían a bailar con mujeres bastante altas para hacer contrastar su estatura, el les llegaba al busto lo que para ese entonces provocaba sonoras carcajadas como una picaresca forma de diversión, el inicio de la comicidad fue desde un principio uno de los atributos que tanto en el teatro, el cine y la televisión desarrolló este singular personaje.

El recurso del baile con actrices más altas lo hicieron destacar en el cine, muestra de ello es la película “La justicia del gavilán vengador” de 1957, en donde en una diminuta pista de una cantina baila de forma cómica con Flor Silvestre.

Durante la llamada “época de oro” del cine nacional hubo una gran producción cinematográfica, con películas de calidad y beneficios para la industria del celuloide. Cintas como “Santa” y “La mujer del puerto” abrieron las puertas del reconocimiento del público. Directores como Emilio “El indio” Fernández y el fotógrafo Gabriel Figueroa le dieron ese impulso para hacer destacar películas y figuras que aun se encuentran en el recuerdo de mucha gente, quizá la más destacada de ese momento fue Pedro Infante, sin olvidar personajes como Dolores del Río, Pedro Armendáriz. Y producciones como el referente de María candelaria ganó el premio Gran Prix en el Festival de Cannes y la Palma de oro en 1946.

Sin embargo al lado de las grandes figuras hubo muchos actores que no tuvieron la fortuna de contar con papeles protagónicos, pero le dieron una gran soporte a las historias que fueron llevadas a las pantallas en papeles secundarios, en actuaciones trágicas, valientes, o cómicas, uno de ellos surgió con el sobrenombre de “borolas”, titulo adquirido en las carpas teatrales, espacios que proliferaron durante la primera mitad del siglo pasado.

Por momentos parecía que el personaje de sombrero de hongo y traje negro era nuestro Chaplin, pero en realidad su personalidad estaba más cercana al humor carpero como lo menciona Jorge García Prieto en su libro Albures y refranes mexicanos cuando menciona que “Borolas”, no sólo era un cómico que hacia reír con sus ocurrencias, otra de sus cualidades eran sus típicos gestos y ademanes, su destreza, intercambiaba albures con el público, poseedor de una personalidad de trajes que le quedaban grandes cubriendo sus manos pero con una picardía que contagiaba a un público popular.

Alternó en la comicidad al lado de Germán Martínez “Tin tan”, Mario Moreno “Cantinflas”, Adalberto Martínez “Resortes”, Eulalio González “Piporro” con su simpatía complemento el entretenimiento de las más de 130 películas en las que participó.

Nació en Morelia, Michoacán en el barrio de “La sorteña”, su primera aparición cinematográfica la hizo por invitación del director Jaime Salvador en “Nosotros los rateros” en 1949, al lado de los cómicos Manolín y Schillinsky, entró al ambiente como cuchillo en mantequilla. Su fallecimiento se dio en la ciudad de México el 13 de mayo de 1993 a la edad de 71 años a causa de un infarto.

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