El líder de Foo Fighters y antiguo baterista de Nirvana, Dave Grohl, admite en una entrevista con GQ que todavía la pasa mal al escuchar a la famosa banda con la que alcanzó el estrellato junto a Kurt Cobain y Krist Novoselic en el primer lustro de los noventa del siglo pasado.
Cuando Kurt murió -en 1994-, cada vez que sonaba en la radio me rompía el corazón. No pongo discos de Nirvana, no. Aunque siempre están en alguna parte. Me montó en el coche, ahí están. Entro en una tienda, están puestos», relata.
Grohl añade que le cuesta escuchar esos discos porque tiene los recuerdos de aquellos años más vivos que nunca: «Recuerdo todo sobre esos discos. Recuerdo los pantalones que llevaba cuando los grabé o si nevó aquel día».
La parte positiva de todo esto es que Grol admite que no habría alcanzado el éxito con Foo Fighters sin todo lo que aprendió en Nirvana: «Tenía 21 años, pensaba que lo sabía todo. Estar en Nirvana me enseñó lo poco que en realidad sabía».
Con Nirvana tuve algunos de los grandes subidones de mi vida, pero también, por supuesto, uno de los más grandes bajones. Aquellas experiencias se convirtieron en una base sobre cómo sobrevivir», sentencia Grohl, actualmente de gira con Foo Fighters en América.