*Aquí no pasa nada; mejor dicho, pasan tantas cosas juntas al mismo tiempo que es mejor decir que no pasa nada. Jaime Sabines (1926-1999) Poeta y político mexicano. Camelot

SE FUE MAYO

Para abril o para mayo, decían los Hermanos Carrión. Pues se fue mayo, anda muy rápido este 2018, a punto de llegar a medio año electoral, donde el huamachito florece. Dependiendo cómo me deje dormir Netflix, si veo una serie que me atrapa, como a Sabina: me dan las diez y la una y las dos y las tres. Anoche fue una de ellas. Me metí a una de Marvel, que son para chamacos pero te atrapan. Aún no le entro a las de Luis Miguel, espero se junten algunas más este domingo, para meterles la vista. Suelo levantarme temprano, lo primero que hago, después de dar gracias a diosito de andar vivo de nuevo, es otear el IPhone, ver los mansajes mañaneros y los que llegan por la noche. Luego me voy a mi ritual de recomendaciones mañaneras. Sucede que hace un tiempo no muy lejano, cuando en Orizaba le instalaron una estatua a don Porfirio Díaz, en el restaurante la Troje de Tavo Pasquel Rodríguez Bravo, invitó a cenar a una tataranieta de Porfirio Díaz, juzgado por la historia como héroe o villano. La señora, entre sus pláticas mundanas y las percepciones de este México autoflagelado (Peña dice), recomendó tomar todas las mañanas una cucharadita de bicarbonato en poca agua y alejar el cáncer para siempre. No le tengo miedo a la muerte, Picasso decía que le tenía miedo al avión, y sé cómo muchos que, cuando la muerte pise mi huerto, alguien firmará que he muerto de muerte natural, como cantaba Serrat, que espero sea así, natural. Por no dejar, desde ese día me tomo una cucharadita del dichoso bicarbonato, también al bajar a la cocina, recomendación del Perro Uribe, que es vegetariano, yoga y lector de la metafísica de Coni Méndez, que recomienda la filosofía práctica de la vida para ser feliz y hacer feliz a quien se te acerque, Uribe, tío del alcalde Igor Rojí López, me recomendó una cucharadita de aceite de oliva, del bueno, y eso hago, ya luego llegando al Orbe revuelvo todo con el café que me sirve Pavón, pero esas son otras historias.

PRESIDENTE AUTOFLAGELADO

En la antigüedad, cuando el gobierno era de un solo partido, cuando el PRI lo era todo y solo sus chicharrones tronaban y hoy es tercer lugar en todas las encuestas, el candidato, cuando alumbraban su parto, quien ejercía la presidencia se hacía a un lado y se escondía entre los rincones, temeroso que alguien lo viera, como la Muñeca fea de Cri Cri. Así era. Francisco Martin Moreno, escribió un artículo que tituló: “Debo matarte, hermano”, en relación a este tema, pero creo que le salió de pronóstico, porque fue el tiempo que mataron a Luis Donaldo Colosio. Los escenarios eran para el candidato de su partido. Todo el poder del gobierno mutaba a su lado, cambiaba secretarios de Gabinete, sugería enroques, el mundo estaba rendido a sus pies. Ahora ya no es así. En el año 2000 llegó un vaquero con botas y esa norma se fue a la basura. Hoy, el presidente Peña Nieto sale de vez en cuando a defender lo indefendible, su tesis de que lo suyo fue un buen gobierno y dijo que los mexicanos tienden mucho a ‘autoflagelarnos’, cosa que dio risa hasta en el cuartel de Meade, Anaya y el Ruso. El México que está viendo terminar su gobierno, es una buena parte del México que lo reprobó, por la corrupción, impunidad y la inseguridad. Es cierto que algunas reformas mejoraron la vida interna, solo la de las telecomunicaciones es una de ellas, porque uno pagaba miles de pesos al mes por traer un celular, y ahora con 400 pesos mensuales te haces de un buen plan. Eso se reconoce. Pero de allí a que diga que vivimos en DisneyAtlacomulco, hay un mundo de distancia. Un viejo observador priísta me comentaba que el presidente debe guardar silencio, no meterse a la elección ni hablar de autoflagelarse, porque cada vez que habla le quita medio punto a los candidatos de su partido, a los Pepes: Pepe Meade y Pepe Yunes, y por eso los trae en la calle de la amargura en tercer lugar, por cómo gobernó. Qué deje los tiempos y que ese reloj marque las horas, la historia lo comenzará a juzgar al otro día que se vaya, y la historia es una gata que siempre cae de pie, diría el poeta.

EL PARIENTE ESTUDIOSO (GALLAND)

Por cosas de los turismos, cuando he ido a Washington, cuya última vez no quiero ni acordarme, pues fue el día que Hillary Clinton perdió la elección y llegó el torbellino llamado Donald Trump. Esa tarde noche, al ver en CNN los resultados, nos agüitamos y compungidos nos fuimos a la parte de Georgetown, donde estudiaron los Kennedy algún día un curso rápido, y vivió la viuda Jaqueline, sitio que está lleno de bares y de carnes buenas, de buen cenar, pero también pasamos por la prestigiosa universidad de Georgetown, la universidad católica más antigua de Estados Unidos, de los jesuitas, fundada en 1789. Pues sucede que un pariente, Jorge Ramón Galland Márquez, orizabeño honroso y orgulloso, me escribió presumiendo, con justa razón, que un hijo suyo se había graduado allí mismo, donde estudio Bill Clinton. Va el texto: “Estimado Pariente, me permito compartir contigo algo muy importante para mí, la maestría de mi hijo Jorge Ramón Galland Ríos, en Georgetown en Washington, es abogado y trabaja de asociado en Chevez Ruiz Zamarripa, uno de los despachos, como tú sabes, de más prestigio en México, lo comparto con mucho cariño contigo, porque además es tu sobrino, abrazo”. Felicidades

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