En las elecciones presidenciales de 2006 y 2012, en la recta final de las contiendas ha habido una alianza de facto entre PRI y PAN y los gobiernos que presidieron, lo que ha evitado el triunfo de Andrés Manuel López Obrador. En este 2018, los agravios entre los candidatos de ambos partidos cada día suben de nivel y permiten pronosticar que dicha alianza no será posible en la presente contienda presidencial.