«Se puede votar por el candidato a la Presidencia que se quiera, pero para evitar que esto siga descomponiéndose, hay que evitar un régimen político en el que una sola persona gobierne sin someterse a ningún tipo de limitación y con la facultad de promulgar y modificar leyes a voluntad. Los electores deberían tener en cuenta la estructura de la división de poderes y la configuración constitucional «pesos y contrapesos» para asegurar la gobernabilidad, el control de la corrupción y evitar la fuga de capitales, ante el riesgo de volver a un presidencialismo omnipresente y todo poderoso». Lo escribe Bille Parker en su «Palabra de Mujer».