Por Ramón Durón Ruíz (†)
Cuenta la vox populi –que de todo hace un festín de humor– que en “cierta ocasión tuvieron una gran comilona los animales, misma a la que acudieron de todo tipo. A la hora de iniciar a comer, se dieron cuenta que no había tortillas, entonces el león, como buen rey de la selva convocó a todos, tomó la palabra y dijo: –– Vaca, ¡Ve rápido por las tortillas! –– No, yo ya traje las cervezas… ¡Que vaya otro!
–– ¡Coyote, te toca a ti ir por las tortillas!
–– Claro que no león, yo traje la carne para asar –respondió el carnicero de las praderas −manda a otro.
–– Liebre, –volvió a espetar el rey de la selva– entonces tú arráncate por las tortillas.
–– ¡No! –respondió ésta– yo ya cooperé, yo traje la botana… que vaya la tortuga que no trajo nada.
–– De veras tortuga –dijo el león, que para entonces ya se encontraba fúrico– ¡ve tú por las tortillas!
–– ¡Sí! –respondió, al mismo tiempo que iniciaba su viaje por las tortillas. Como el tiempo pasaba y la tortuga no llegaba, el perro apuntó en tono de reproche: –– Uta! con mi velocidad, mejor hubiera ido yo por las tortillas.
Fue entonces que el gavilán tomó la palabra para decir:
–– Claro, para la pachorra de tortuga, mejor me hubiera ido volando por ellas.
Entonces subió a la palestra el canguro para decir: –– En verdad que mejor hubiera ido yo por las tortillas y en mi cangurera además de rápidas estarían calientitas.
En eso la tortuga que se asoma por la puerta y en tono molesto espeta: –– Sí me siguen criticando… ¡NO VOY!”
Pues pareciese que nuestros políticos nacionales dicen al colectivo social lo mismo: ¡Sí nos siguen criticando, seguimos igual, “dos pasitos pa’ delante, dos pasitos para atrás”!
Y en verdad que el pueblo está harto de políticos que no dan resultados, mientras en otras latitudes muchas naciones avanzan en la competitividad, por políticos que están a la altura de sus circunstancias, aquí, a nuestra partidocracia lo que le interesa es proteger sus cotos de poder, sus prebendas económicas, sus “conquistas” políticas y han omitido ejercer una política de resultados tangibles.
Seguimos hasta el cuello con las crisis que a todos nos golpean: la del desempleo, la económica, la política –por la falta de resultados– la de inseguridad que a todos lacera, y nuestros políticos nacionales siguen con su paso cansino… como pateando un bote.
Estamos hartos ya de la imposición de la razón de cada uno de los actores nacionales, ¿quién podrá ser el héroe de nuestro tiempo que llame a la cordura y a la sensatez por la nación?… En este momento hay dos cosas que unifican a los mexicanos: el mundial de futbol y las elecciones 2018, pero… es por eso, que el viejo Filósofo de Güémez prefiere refugiarse en el profundo sentido del humor que tiene el mexicano, buscando con ello ignorar los problemas generados por nuestros políticos, que han olvidado trabajar en la indispensable unidad nacional; para ello, parafraseo un chiste que pongo en voz del campesino de Güémez:
El Filósofo, inquieto por las próximas elecciones y queriendo ir más allá de todas las encuestas que se hacen por prestigiadas empresas nacionales, decidió efectuar él mismo una y para su sorpresa, el resultado fue increíblemente abrumador. Resulta que nada menos que el 100% del muestreo dio a su mamá como la candidata más viable para la Presidencia de la República, dejando muy atrás a José Antonio Meade Kuribreña, Ricardo Anaya Cortés, Andrés Manuel López Obrador y Jaime Heliodoro Rodríguez Calderón “El Bronco”
Los periodistas, sorprendidos, fueron con el campesino de allá mesmo para interrogarle:
–– ¿Queremos saber cómo realizaste la encuesta?
–– Muy fácil y de una manera muy efectiva –contestó el Filósofo. El método de investigación que utilicé fue la encuesta de opinión pública, busqué tuviese un margen de error de más menos 3%, garantizando el anonimato del entrevistado, entre una población de 18 años de edad y más. Yo mismo formulé las preguntas, buscando que estas fuesen breves y estandarizadas, para posteriormente codificar las repuestas. Tomé el directorio telefónico de los 300 principales municipios del país: Cd. de México, Guadalajara, Monterrey, Puebla, Tijuana, Torreón, Veracruz, Mérida, San Pedro, Hermosillo, Güémez, etc., y el universo fue de 25,452 personas a quienes llamé, es importante saber que todas las llamadas fueron hechas personalmente por este Filósofo entre la 1 y las 3 de la mañana, para tener la seguridad de encontrar a esas horas a la gente en sus casas. En todos aquellos hogares en los que me contestaron, formulé la siguiente pregunta, muy sencilla, por cierto: ¿En éstas elecciones, usted quién cree que será el próximo Presidente de la República? Todos me contestaron sin vacilar:
¡¡¡TU TIZNADA MADRE…‘ENDEJO!!!
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