*En el futbol la peor ceguera es solo ver el balón. Camelot

EL GOZO AL POZO (DE PANZAZO)

No era el Grupo de la Muerte. Era el Grupo del Engaño. Cuando México perdía 0-3, una gran mayoría nos fuimos a ver el Alemania-Corea. De allí dependía nuestra vida. Nuestra supervivencia. Hablé con un amigo que ha visto tantos mundiales como yo mero (uno), me dijo que Alemania nos engañó a todos, porque no venía como una superpotencia y cuando le ganamos en aquel primer juego, la prensa, los comentaristas, muchos los vieron como campeones del mundo y echamos las campanas al vuelo, que no merecíamos. No era cierto. Alemania no traía nada, solo engaño de ser el campeón del mundo y haberle metido 7-0 a Brasil, en aquel Mundial A Alemania le ganaron casi todos. Suecia lo tuvo entre las cuerdas hasta faltar cinco segundos para terminar el juego. México le ganó 1-0 y Corea le metió dos goles. Puro choro traían, eso nos engañó y eso nos hizo sentirnos ya campeones del mundo. Pero Suecia nos metió a nuestra realidad. Jugamos basura, escasamente 15 minutos del primer tiempo, pero fuera de ahí no traíamos nada, o traíamos lo de siempre, mala puntería, Vela con la vela apagada, elevaba los tiros, Layún sin brújula. Hirving, controlado. Chicharito en su nivel, sin acertar. Herrera sufría. Ni a cuál irle y caían los goles, llegó a tanta la turbación que hasta un autogol les dimos de ventaja. Eso ocurre cuando nos desconcentramos y no tienes tiempo que pensar. Entonces nos cambiamos al otro juego. Al de los coreanos, que demostraban que no solo corren como desesperados, sino que tienen puntería y un gol nos alivió el sufrimiento. Los memes comenzaron a llegar. No eran coreanos eran mexicanos y quizá guadalupanos. Les cayó el segundo, un gol de bandera cuando el portero iba por el empate y abandonó el arco, entonces un pase largo a su estrella, ese número 7 de nombre impronunciable, Son Heung-min, que pide le den chance no hacer el servicio militar, pues lo acuartelan un año y vale el angelito 58 millones de dólares su carta. Él les clavó el segundo y entonces los mariachis en Ekaterimburgo volvieron a cantar ese Cielito Lindo, el que agita los corazones, en versión coreana.

UNA PENA

Una pena, no tuvimos nada este juego. Juan Carlos Osorio alineó lo que pudo, ya no rotó como rotaba, escasamente un cambio, ese quizá es nuestro nivel y nos endulzamos los momentos con los dos triunfos, el de Alemania y Corea, y muchos comentaristas, Luis García entre ellos, los veían ya en la final. Osorio dijo que equivocó la estrategia. Es probable que nos toque Brasil o algún otro fuerte. Los comentaristas destrozan a Osorio. Y de allí a casa, aunque Brasil tampoco es la superpotencia que se ha visto. Comienzan a caer los grandes. México pasa como siempre, en segundo lugar. Una vez en el Mundial de 1994 en Estados Unidos, pasamos en primero empatados con Italia. Tenemos cancha y tenemos historia, somos con Brasil los dos únicos equipos que en los últimos 6 mundiales hemos pasado a la otra ronda. Los dos únicos. Pero eso no nos ampara ni de noche ni de día. No hagamos peregrinaciones a ningún lado. Osorio está en el mismo nivel que todos los otros entrenadores de nuestra selección, de repente los suecos lo bajaron de la nube donde andaba, como a 20 mil metros de altura, diría Cornelio Reyna. Va suceder lo que siempre ha sucedido, pasar a octavos y no llegar al Quinto Maldito Juego fuera de México. Y así llegará este entrenador colombiano. Ayer mismo los que saben de fútbol, comentaban si esta era la mejor generación de futbolistas. Unos asentían, otros lo negaban. Es cierto que muchos de los nuestros juegan en Europa., algunos calentando bancas, otros de titulares, pero si no se avanza al siguiente juego de esa ronda. Entonces será un fracaso, o no llamémosle fracaso, será lo que siempre ha ocurrido con los nuestros, que cuando pasamos de una ronda y enfrentamos a otro de los clasificados, hasta allí llegamos. Ojalá me equivoque y que mi boca se haga chicharrón, diría Minga, pero no nos ilusionemos, lo decía Gómez Morín: “Que no haya ilusos para que no haya desilusionados”. Fue un mal juego. Mal jugado. Suecia tampoco es la gran potencia del mundo. Son vikingos y peleoneros, altos, fuertes, la magia de los nuestros, de los driblings y del llegar a la meta contraria, nunca se vio. Es más, al pobre Guillermo Ochoa, que llegaba al tercer juego sin recibir un solo gol, le metieron tres, por lo que les faltaba. Corea es nuestro hermano. Le debemos ese pase. Si no ganan, nuestra vergüenza sería peor, porque siempre pasamos a la otra ronda, casi siempre, y ahora con ese resultado nos quedaríamos en esa orilla mala, donde se van los mediocres, incluyendo a Alemania ahora. Ahora el Ángel de la Independencia, enmudeció. Un grupo de chilangos se fue a la Embajada de Corea en México y les gritaban: “Corea, hermano, ya eres mexicano”. Así los sentimos. Gracias. Pasamos de panzazo, a ver qué nos espera en el próximo juego.

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