*La dicha inicua de tener el tiempo. Sabia virtud. Camelot.
AL TERCER DIA
Cae el telón de esa escena. Hablo con un panista. Se queja, argumenta lo suyo, sus puntos de vista, me explica que en un tiempo de la elección, viendo el avasallador triunfo que venía como una ola de tsunami del Ruso Amlo, en Veracruz se pensó en una alianza con el otro Yunes, con Pepe. Que el PRI, al no tener ninguna posibilidad, como le ocurrió en el país, se sumara underground (bajo el agua) o abiertamente, a dar esos votos que servirían para que alguno de los dos Yunes se quedara con el gobierno, sumarse al puntero que era Chikiyunes. No se pudo, se quejaba, y mira las cosas ahora, lamentaba. Es la mañana del tercer día, tomo rumbo a Xalapa el mugre camino de la autopista de Capufe. Es el día que AMLO se entrevista con Peña Nieto, para decirle que vaya limpiando bien eso, porque lo hará un Museo. Muchos sospecharon que entre Peña y el Ruso hubo un Pacto, que firmaron con tinta sangre del corazón, como cantaba Julio Jaramillo. Por ahí, si me lee ese Peje-presidente, le pida que asile al secretario del socavón, el pillo Gerardo Ruiz Esparza, a quien la Amotac, leo en el diario El Sol de hoy, les da de plazo a la SCT hasta el 10 de julio para que retiren los peligrosos dobles remolques o se irán a paro nacional. Veremos, el principal abogado de los transportistas es Ruiz Esparza. El PRI por poco desaparece de la faz de la tierra. Como en el tiempo que un meteorito cayó y mató a los dinosaurios. El PRI encontró su tumba y el sepulturero fue Peña Nieto (A menudo el sepulturero entierra, sin saberlo, dos corazones en un mismo ataúd). O como aquella frase de El bueno, el malo y el feo, cuando Clint Eastwood le dice al Tuco: “Tu traes la pala, cava la tumba. Yo traigo la pistola, te lo ordeno”. En todo el país desaparece. Se lo deberán a Peña Nieto y su grupo Atlacomulco. En Veracruz fueron borrados del Congreso. No ganaron nada. Américo Zúñiga carga esa derrota. Donde uno vea resultados, fueron borrados: Orizaba, Córdoba, Mendoza, Zongolica, en ningún lugar quieren saber del partido que Peña llevó al despeñadero, como aquel Guardián entre el centeno, la novela de Caulfield, donde el personaje salva a los niños de caer al abismo. Peña dejó caer a los suyos y aún sonríe. Y eso que no está en Orizaba, que es el lugar que era para sonreír, ahora van a sonreír los Morenos. Inédito. Como esa frase de ese libro, donde dice: ‘Jesucristo me cae bien pero no puedo con la Biblia’.
LA PEJEMANIA
La pejemania nace en México, en todos lados la airean. Los jefes de estado del mundo han felicitado al tabasqueño, con raíces de la Cuenca del Papaloapan. Era una crónica de un triunfo muy cantado. Lo sabían hasta los niños y los boleros de los parques. Pejemanía que nació desde el mismo momento que comenzó a caminar para la campaña. Lo dicen los analistas serios, ayer vi Foro Tv y estaban los picudos, coinciden que el hartazgo al presidente y su partido le dio la presidencia. Coinciden que es la primera vez que un presidente gana tan abrumadoramente. Ni con Fox, cuando había otro hartazgo. Superó a todos. Es la primera vez que se gana con más del 50%, inédito. Es la primera vez que le dan la presidencia a un hombre de izquierda, después de Lázaro Cárdenas, pero Lázaro no se sabía zurdo hasta que ese Tata se sentó a gobernar y expropiar el petróleo a aquellos gandallas ingleses y gringos que pagaban salario mínimo de porquería a los trabajadores de Pemex. Luego llegó Romero Deschamps y se volvieron millonarios, no los trabajadores, los dirigentes petroleros. Veamos qué hace Amlo con ese dirigente petrolero, ¿para eso expropió Lázaro, lázalo que se te va? En Foro Tv Zuckerman tocó el caso Veracruz, donde sorpresivamente ganó Morena, ante todas las expectativas en contra. Señaló algo en lo que coincidieron los panelistas, va a llegar a Morena gente que no tiene experiencia, ni para gobernar ni para legislar. Muchos improvisados que, cuando ganaron, se preguntaron y ahora qué hago. Se comieron muchas gubernaturas y los congresos estatales, y el federal y las senadurias. Gobernará con mayoría, por todos lados, el pueblo así lo quiso y hay que respetar esa democracia. Andrés Manuel quiere ser el De Gaulle de la Cuarta Republica (1946-1958), o aquel Churchill cuando ganó la guerra y se fue a gobernar de Primer Ministro, pero cuidado, fue echado al poco tiempo, al igual que el francés. Son muy grandes las expectativas que marcó. Si no las cumple, seguro será tratado como a De Gaulle y Churchill los trataron sus paisanos. Este México ya no aguanta más corruptelas. Este país no aguanta más Odebrecht, ni Estafas Maestras ni Casablancas. Ni cochupos en SCT. Presume el Ruso que su Gabinete será de gente honrada y eficiente, una vez, en el paroxismo de su pejemanía, se atrevió a decir que será como el gabinete de Benito Juárez, aquel gabinete de quien Caso dijo que ‘parecían gigantes’, por lo chingones que eran: Melchor Ocampo, Francisco Zarco, Emparan, Manuel Doblado, Santos Degollado, Ignacio de la Llave, Lerdo de Tejada, Prieto, Zaragoza, Comonfort, por eso en Veracruz Puerto, donde aquí dictó, en aquella República Restaurada, sus famosas Leyes de Reforma, muchas calles tienen estos nombres de aquel gabinete que sí, parecía de gigantes. Venga, Peje.
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