El presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, e integrantes de su equipo, desde el día que se anunció su victoria, han dado a conocer diversas propuestas de lo que harán a partir del 1 de diciembre, una vez que inicie el periodo de su gobierno.

De todas ellas una que llama la atención y puede cambiar de manera radical el funcionamiento del sistema político en el país es la creación de la figura de un solo coordinador en los estados de todas las dependencias federales.

El propio López Obrador fue quien anunció, utilizando el argumento del ahorro de recursos y la reducción de personal, el cierre de todas las representaciones que tiene el gobierno federal en los estados.

Los estados, unos más que otros, dependen del presupuesto que reciben del gobierno federal. No hay ningún estado que pueda financiar su gasto de lo que obtiene por el cobro de impuestos locales.

Todavía no es claro cuál será el papel de estos coordinadores, pero se adelanta, habrá que confirmarlo cuando se den a conocer oficialmente sus funciones, que ellos son los que van a tener el control de los recursos federales.

Junto con el anuncio de esta nueva figura del gobierno federal, se dio a conocer la lista de los 32 comisionados estatales que van a desempeñar esta función. El perfil de todos es el de políticos locales que pertenecen a Morena.

Se da el caso, en por lo menos cinco estados, que son los candidatos a gobernador que compitieron por Morena y perdieron la elección en el Estado de México, Nayarit, Yucatán, Jalisco y Guerrero. ¿Se pretende por esta vía darles el control del gobierno en su estado?

Se adelanta también que los coordinadores federales únicos van a depender directamente del presidente de la República. El propósito es que el centro, para el caso directamente el presidente, tenga el control de los gobernadores.

La puesta en marcha de esta figura supone un cambio radical en el diseño del federalismo mexicano que conduce necesariamente, con la información que se tiene, a la violación del pacto federal y a un nuevo tipo de centralismo.

Abre una nueva manera de competir por la gubernatura en los estados. El coordinador federal, siempre un político de Morena, se convierte desde el primer día en candidato al gobierno del estado con claras ventajas sobre cualquier otro competidor.

Con la información que ha dado sobre la tarea del coordinador federal todo indica que, a partir del 1 de diciembre, en los estados habrá dos gobernadores: el que eligió la ciudadanía y el que impuso el presidente de la República.

En el nuevo diseño del pacto federal que propone López Obrador se genera un espacio para el constante conflicto entre los dos gobernadores. ¿Quién es el que realmente va a tener el poder? ¿El que ganó la elección o el emisario del presidente? Lo veremos muy pronto.

Twitter: @RubenAguilar

El Economista