Luis Miguel Conzález

¿Cuál es el plan de López Obrador con Trump? Éste es uno de los grandes misterios. Una cosa es clara: hay cierta química entre ambos, pero la amistad es imposible.

Donald Trump no ha cambiado, ¿por qué Andrés Manuel López Obrador debería confiar en él? El presidente de Estados Unidos sigue manejando su gobierno montado en una estrategia de xenofobia y confrontación comercial con el mundo. Al parecer, eso le ayuda para las elecciones de noviembre próximo. Esta misma semana, mientras intercambia cartas de amor y amistad con AMLO, siguen adelante las maniobras para imponer sanciones comerciales adicionales a China y Europa. También persisten las acciones contra los migrantes.

En agosto del 2016, Enrique Peña Nieto cometió uno de los errores más graves de su Presidencia. Se dejó convencer por quienes le aconsejaron un acercamiento con Trump. Pensó que era posible tener una buena relación personal con Trump y que esto se traduciría en un mejor escenario para México, en el TLC y en temas complicados, como migración. Lo invitó y no consiguió nada, sino descender a sus niveles más bajos de popularidad. Él actuó de buena fe, pero casi nadie lo comprendió. Nadie se lo perdonó. Todos saben que eso no funcionó.

AMLO no es Peña y eso puede marcar grandes diferencias en muchos asuntos, pero la relación con Trump es harina de otro costal. Trump sigue siendo Trump. Mejor dicho: es más Trump que nunca. Se ha quitado de encima al grupo de los moderados que estaban en su primer círculo y ahora opera en la Casa Blanca en alianza con radicales. El señor Pompeo, que lució tan amable en las fotos de la Casa de Transición de AMLO, es un hombre destemplado que hace poco era partidario de solucionar la crisis de Irán con bombardeos.

En el área de comercio internacional, la escena no es más favorable. La persona que más influye en Donald Trump es Peter Navarro. Este académico logró en la década pasada cierta fama por una serie de libros y documentales que alertaban sobre la necesidad de endurecer la línea con China. Las próximas guerras chinas es el título de su obra más conocida.

Hay quienes piensan que la animadversión de Navarro hacia China podría ser una ventaja relativa para México, por aquello de que “el enemigo de mi enemigo es mi amigo”. Esto es falso. Navarro está en contra de la apertura comercial de Estados Unidos. The New York Times publicó un reportaje en el que describe que el día que Donald Trump asumió la Presidencia, Peter Navarro tenía listo un documento para que el presidente lo firmara: el anuncio de la salida de Estados Unidos del NAFTA. En el primer año de la Presidencia de Trump, este personaje fue marginado, pero se las ingenió tres veces para poner a consideración del presidente otras versiones del documento de salida del TLCAN. No lo convenció, pero ha ganado poder de abril a la fecha. Está de regreso y se nota en las posturas intransigentes de Trump, ante China, Europa y sus socios del NAFTA.

¿Cuál es el plan de López Obrador con Trump? Éste es uno de los grandes misterios. Una cosa es clara: hay cierta química entre ambos, pero la amistad es imposible. Donald Trump ha dado reiteradas muestras de agresividad hacia México y los mexicanos. Es el muro, el maltrato a los migrantes, la hostilidad a las empresas estadounidenses que quieren invertir en México. Ningún presidente mexicano puede permitir eso, a menos que quiera caer en desgracia frente a los mexicanos. Llámenle nacionalismo, espíritu de supervivencia o sentido común. AMLO: no confíes en Trump, acuérdate de Peña.

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Luis Miguel González

Tomado de «El Economista».